Siguiendo la estela de grandes teóricos de la Historia de la Política, como Sun Tzu o Nicolás Maquiavelo, el exministro de Defensa, José Bono, presentaba este martes, según su editor, "todo un manual para el ejercicio del poder", o sea, Diario de un ministro (Planeta, 2014), el segundo volumen de sus diarios.
El expresidente del Congreso ofreció una rueda de prensa en el Hotel Intercontinental para hablar de su nuevo libro. Bono llegó, posó para los fotógrafos -ahora mire aquí, ahora allí, gracias-, pasó revista a los asistentes, lanzó algún guiño cómplice, se arregló los puños de su camisa. Fue presentado por su editor, el periodista Ramón Perelló, quien calificó la obra como "material de referencia" y, ya lo hemos dicho antes, "todo un manual para el ejercicio del poder". "Pónganse cómodos -aconsejaba, para terminar-, porque en cuanto empiecen a leerla, no podrán parar con su lectura".
Orgulloso -el primer tomo de sus diarios fue, en España, el libro de no ficción más vendido en los últimos quince años-, Bono decía que su obra es "fiable", que "no hay mentiras": "Lo que está entre comillas, casi siempre, está comprobado". El socialista recordaba una frase que le dijo el presidente catalán, Artur Mas, al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Yo voy quitando lo de nación y tú vete poniendo más dinero". "La soberanía nacional -decía el autor- no debe estar sometida al mercado".
El político castellano-manchego se ha mostrado muy crítico con el nacionalismo catalán en general y, en concreto, con el hecho que motivó su dimisión como ministro: la polémica reforma del Estatuto de Cataluña durante el Gobierno de Zapatero: "Fue el invento de un lobby político sin refrendo ciudadano (…) Fui el único ministro que no acudió a su presentación. Desde entonces, dije que podría convertirse en una cuña de secesión. Ahí están los hechos".
Parafraseando a Aguirre, Bono afirmó que "de la política no me voy a retirar; sí de la primera fila" y, "sin el poder -político- que ha tenido ni la ganas de recuperarlo", pretende expresarse con total libertad, contando cosas que aspira "que sean interesantes" y sin ánimo de ajustar cuentas: "Si a alguien le piso un callo, que piense que se trate de un lance del baile".
En el turno de preguntas, Bono mostró sus discrepancias con Podemos, formación a la que ve "más como un recipiente para recoger enfados que como una alternativa", añadiendo que "frente a los Blesas, los Ratos o las Gürteles, los de Podemos son pesos ligeros". Dijo que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, "tiene un liderazgo consolidado": "En el Debate del estado de la Nación, fue la primera persona que le ha hecho perder no ya los papeles, sino el libro, a Rajoy". Y, aprovechando, se refirió a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz: "Yo la quiero de presidenta de Andalucía. Y la creo cuando dice que sólo quiere ser eso".
Partidario de modificar la Constitución
Por su parte, LD preguntó al expresidente del Congreso si es partidario de reformar la Constitución y, citando al propio autor, sobre el discurso de "vertebración de España" que mantiene Ciudadanos. A la primera cuestión, Bono respondía que es "rotundamente partidario" y pedía una reforma "a fondo": "Modificar la Constitución y el modelo territorial es obligado. Cataluña y España deben hacer mutuas concesiones". Y hacía autocrítica hacia su partido: "Lamento que hayamos ayudado a que planteamientos nacionalistas inicialmente suaves se hayan convertido en secesionistas".
Finalmente, se refería al líder de Ciudadanos, Albert Rivera: "Me parece una persona sensata y tiene mi respeto, pero mientras viva, mi voto es para el PSOE".