Tal día como hoy, 10 de marzo, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada la reacción del actor de Hollywood tras la muerte del disidente cubano Orlando Zapata. Andy García dijo sobre Willy Toledo que "si ese actor o cualquier otra persona en el mundo cree que Zapata era un preso común o un agente de la CIA, que se vaya a Cuba y que se pase unos días con los presos políticos, a ver si sale con la misma opinión".
El actor cubano, que salió de la isla a los cinco años, aseguró no conocer a Guillermo Toledo ni la polémica que suscitaron sus declaraciones en España, pero lamentó que todavía hubiera en el mundo y sobre todo entre los artistas quien profese "amor al castrismo y a Fidel Castro y todo lo que personifica".
Para Andy García, esas declaraciones eran "un ejemplo más de una situación persistente en relación a Cuba", que hacía que "incluso escritores muy famosos" lleguen a la isla, vivan allí y se hagan “amigos de un régimen que encarcela curiosamente, entre otros, a cientos de escritores a quienes no les da libertad de expresión". Aseguró además que siempre estaba dispuesto a responder todas las preguntas que se le formularan sobre Cuba: "Siempre contaré la verdad, que la isla está sometida a una cruel dictadura que no permite a sus ciudadanos ser libres. Se lo debo a mi padre que me trajo a Estados Unidos con cinco años para que fuera libre, y también a todas aquellas personas que han muerto por la libertad en Cuba".
Las palabras de Willy Toledo a las que se refería Andy García databan de una semana antes cuando antes de participar en una mesa redonda en solidaridad con el Sahara dijo que esos "presuntos disidentes" encarcelados "son gente que ha cometido actos terroristas contra el Gobierno cubano, actos de traición a la patria y un montón de delitos". El actor español añadió que "no son simples disidentes ni prisioneros políticos" y en referencia a Zapata dijo que "este señor, al que se llama disidente, no era más que un preso común, que ha sido forzado y manipulado por otras personas parece ser que para ponerse en huelga de hambre y llegar al extremo de dejarse la vida".
Para Toledo, la dictadura cubana "con sus miserias y sus grandezas, es un modelo a seguir en muchos aspectos; mucho más que muchos de los países que se llaman amigos de Europa, entre ellos por ejemplo Marruecos".
Tras el aluvión de críticas que provocaron sus declaraciones, Willy Toledo trató de matizar sus palabras: "Lo que yo he dicho es que muchos de los presos que existen en las cárceles cubanas que aquí, en este país, nos empeñamos en llamarles disidentes, contrarios al Gobierno, muchos de ellos son terroristas que están acusados de terrorismo contra el Estado cubano y que están en las cárceles por esa razón no son simples disidentes políticos. No están encarcelados por tener otra opinión".
Entonces, diecinueve artistas escribieron una carta para convertir a Willy Toledo en una víctima: "Consideramos que nuestro compañero Guillermo Toledo ha sido objeto de una reacción agresiva y desproporcionada en los medios de comunicación por ejercer el derecho ciudadano a participar públicamente del debate político. A nuestro parecer, la reacción contra las declaraciones de Guillermo Toledo se ha convertido, en muchos casos, en una auténtica campaña contra su persona". Los abajo firmantes eran Alberto San Juan, Luis Tosar, Lola Dueñas, Candela Peña, Juan Diego Botto, Secun de la Rosa, Inma Cuesta o Nancho Novo, entre otros. Y a éstos se unieron Pedro Almodóvar, Ana Belén y Víctor Manuel.
A pesar de estos apoyos, Esperanza Aguirre se unió a Andy García en las críticas al actor: "Yo, en este caso, apoyo las declaraciones del actor Andy García, y me uno a la recomendación para Willy Toledo de que pase aunque sólo sea una semana en las cárceles cubanas".
Las críticas no hicieron que Toledo aprendiera la lección y dos años más tarde se mofó de los disidentes cubanos protagonizando un sketch en la web de Cuba Información TV, un medio afín a la dictadura que buscaba contrarrestar las denuncias contra la falta de libertades en la isla. Ahí Toledo decía que estaba tratando de ponerse en contacto con Guillermo Fariñas, periodista que había protagonizado varias huelgas de hambre para pedir la libertad de los disidentes encarcelados por sus ideas. Willy Toledo fingió que la conexión fallaba: "¿Cómo que se está tomando un bocata? ¿Pero no estaba en huelga de hambre? Así las hago yo también".