La dirección nacional acabó reaccionando ante la tormenta política desatada a través de un breve comunicado pasadas las tres de la tarde del domingo. Según informó, lo acordado por Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre es que, si finalmente es elegida alcaldesa, renunciará a la presidencia del partido en Madrid. "En la nota de prensa del PP está la verdad de la situación", subrayó el presidente desde Antigua (Guatemala), donde le estalló la polémica.
Ese resultado de las negociaciones, alejado de la gestora y la imposición de programa y listas, casa más con lo planteado por Aguirre. Ella misma reconoce que, en caso de ganar las elecciones, es "muy probable" que no se presente a la reelección como jefa del PP regional. "Ya veremos lo que pasa", añade. En todo caso, recalca su entorno, todo se haría de acuerdo a los estatutos y se convocaría un congreso.
"El Partido Popular comunica que Aguirre acordó con la dirección nacional que, si era elegida alcaldesa, querría dedicarse exclusiva al ayuntamiento, y dejaría la presidencia del PP de Madrid. Por lo tanto, las informaciones publicadas a este asunto carecen de veracidad", reza el comunicado de Génova, remitido de urgencia a los medios tras contactos al más alto nivel, que incluyeron al propio Rajoy.
De hecho, desde Antigua, el líderdel PP quiso dar "el tema" por zanjado. "No hay ningún problema", se insistió desde Moncloa, que llegó a considerar una “barbaridad” la posibilidad de que los cambios se produjeran ahora.
Sin embargo, esto no quiere decir que María Dolores de Cospedal, por orden del presidente, no intentara que Aguirre diera un paso atrás a cambio de la candidatura. Esto es, que una gestora controlara la estructura regional y Génova el programa y las listas. Pero ella se negó, y se acordó que todo variaría en función de lo que ocurra en las urnas.
Así, según Génova, el PP de Madrid cambaría "sí o sí" de líder tras las elecciones, pero no antes. Si Aguirre gana, se dedicará al ayuntamiento y Rajoy buscará un presidente de la estructura regional próximo a él. Y, si pierde, la dirección ya avisa de que se hará "limpia".