España incrementa la brecha en Matemáticas y Lectura entre chicos y chicas de 2003 a 2012
Un nuevo informe de la OCDE pone sobre la mesa una cuestión que afecta a la totalidad de los países. ¿Hay alguna solución?
No se va a poner en marcha ninguna medida concreta para acabar – o al menos achicar- la brecha existente en Educación entre ambos sexos. Así lo dijo la secretaria de Estado, Montserrat Gomendio, este jueves, durante la presentación en Madrid del informe de la OCDE, El ABC de la igualdad de género en Educación, junto al secretario general adjunto de esta organización, Stefan Kapferer.
Según asegura este estudio, al que el ministerio que dirige José Ignacio Wert otorga mucha importancia, en España "la brecha de género ha aumentado de 2003 a 2012 en Matemáticas (a favor de los chicos) y en Lectura (a favor de las chicas)". Pero las causas de esta subida siguen siendo un misterio; "las razones no están claras", reconoció la secretaria de Estado, aunque culpó en parte al modelo educativo socialista. Por eso, cree que medidas como la nueva reforma educativa y sus evaluaciones externas para detectar a tiempo problemas precoces son suficientes para paliar estas diferencias. "Los sistemas educativos de éxito consiguen superar la brecha de género o de cualquier tipo", remachó Gomendio.
"El hecho de que en algunos países la brecha de género en rendimiento académico sea menor demuestra que es posible reducir las diferencias" entre chicos y chicas en Matemáticas y Lectura, incidió Kapferer. Para ello no se necesita "invertir dinero", sino que todos -padres, profesores, medios de comunicación, la sociedad en su conjunto- se impliquen para conseguirlo. Los progenitores deben tener la "responsabilidad" de no recomendar unas carreras frente a otras a sus hijos, de "motivar" a sus hijas e infundirles "confianza" en sí mismas que, al parecer, es una de las causas fundamentales de que sus resultados en Matemáticas sean bastante peores que los de los chicos.
"Podemos tener éxito, es una cuestión de motivación", concluyó Kapferer. Y es que si hay algo que demuestran las pruebas realizadas es que ante problemas matemáticos, la "autoconfianza de las chicas es menor", les produce incluso ansiedad ante la perspectiva de que el problema sea demasiado complicado para ellas y se ponen más nerviosas. En cambio, no existen esos nervios en los chicos cuando tienen que enfrentarse a un ejercicio de comprensión lectora, pero, en este caso, sus resultados son peores que los de ellas.
¿Por qué? El único motivo que parece estar detrás es la afición de los alumnos varones por los videojuegos. A ellos dedican la mayor parte de su tiempo libre. Además, prefieren leer cómics y periódicos, como los deportivos, frente a las chicas de su edad que se decantan más a menudo por libros de ficción y otros. Aquí se produce pues la otra gran brecha entre chicos y chicas: ellas leen mucho más, lo que repercute en su comprensión lectora y en la escritura.
Padres, y también profesores, vuelven a tener en este punto un papel fundamental. El tiempo que los primeros invierten en sus hijos ayudándoles o estando pendiente de que cumplan con sus deberes escolares y no dediquen tantas horas a los videojuegos es crucial. Y los segundos, motivando a sus alumnos con lecturas más atractivas para ellos.
Estas diferencias, visibles sobre todo en Secundaria, son determinantes a la hora de elegir carrera universitaria o estudios superiores tras la escuela. Si bien las mujeres matriculadas en la Universidad son mayoría, en las carreras como Arquitectura o ingenierías los hombres las triplican en número.
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