Los exámenes de la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA), la institución dedicada a la formación de policías municipales, personal de Protección Civil y de bomberos, han producido una mutación casi milagrosa e inesperada en este período preelectoral. Los aprobados de despacho en Andalucía no son nuevos. Pero que el 98 por ciento de los alumnos de un curso de la ESPA saquen un diez, la nota máxima, no se había dado nunca hasta ahora,, especialmente en la asignatura considerada un "hueso", Policía Administrativa.
Según las fuentes consultadas por Libertad Digital en la Junta de Andalucía, todo parece haberse precipitado desde que el jefe de Servicio de Formación de la ESPA ordenó a los jefes de Departamento que le entregasen a él mismo las preguntas de los exámenes con 48 horas de antelación a la convocatoria de la prueba en concreto, lo que fue permitido por el director de la ESPA, Isidoro Beneroso Álvarez.
Sin embargo, la normativa reguladora de la Escuela dispone que se entregue una copia del examen al Jefe de Servicio pero una vez que haya sido realizado por el alumnado y nunca antes. De hecho, en la Orden de 18 de marzo de 1996, en la que se establecen las normas de evaluación de las actividades docentes de la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía,, se dice en su punto 17º: Modelo de examen. "El Jefe del Servicio de Estudios dispondrá de un modelo de todo examen o prueba pasada al alumnado, así como los criterios y baremos de calificación establecidos por el profesor que evalúa". Pero no antes de pasarse al alumnado.
Curiosamente, desde que el jefe del servicio decidió no cumplir la normativa aprobada por el consejero y consiguió tener en sus manos las preguntas de los exámenes antes de ser realizados en la asignatura Policía Administrativa del curso de Ingreso en los Cuerpos de la Policía Local, la más importante de dicho curso atendiendo a su carga lectiva, los dos últimos exámenes efectuados han arrojado resultados sorprendentes. En uno de ellos, el 98% del alumnado ha obtenido calificación de sobresaliente o matrícula de honor, y el resto, el 2 por ciento, un notable; en el otro examen, el 92% ha obtenido matrícula o sobresaliente, y el resto, el 8 por ciento, notable.
Vean las calificaciones expuestas en el tablón de anuncios, a las que hemos cubierto los nombres:
Según las fuentes consultadas por este diario, tales resultados son desconocidos en la historia académica de la Escuela, y muy especialmente en esta asignatura, considerada muy dura, y en la que suele haber suspensos; hasta el punto de que entre el alumnado corre la leyenda de que ESPA (acrónimo de Escuela de Seguridad Pública de Andalucía) significa en realidad "Estudia Sólo Policía Administrativa".
Las únicas explicaciones que se encuentran son:
a) que los alumnos de estos exámenes mencionados hayan sufrido una iluminación repentina con incremento inesperado de sustancia gris e inteligencia respecto a los anteriores alumnos de la asignatura, como en la película Faenomenon, protagonizada por John Travolta.
b) que se hayan producido descuidos inexplicables en la vigilancia y custodia de las preguntas de los exámenes con el resultado de dieces, notas máximas y puntuaciones inhabituales aunque especialmente gratas para la Escuela y la Junta de Andalucía en un período preelectoral como el que vivimos.
c) que alguien haya dado la orden de impulsar un sobresaliente general "político" de modo que se anulen las críticas sobre las que cada vez más evidentes de las deficiencias y medios de la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía.
Por ejemplo, en el curso que incluye la asignatura referida hay 51 alumnos apiñados en una clase, sentados todos en sillas porque en la clase no caben tantos pupitres; los materiales didácticos están obsoletos y no se actualizan; el deterioro de las instalaciones y del ajuar doméstico es más que evidente; la plantilla de personal se ha reducido notablemente y merma a marchas forzadas sin que se cubran las bajas(sólo se cubren las de personal directivo); y la asfixia económica a que está sometida la Escuela por parte de la dirección general la está llevando a la agonía formativa -pues apenas se dan media docena de cursos al año- y a la externalización de la formación de los Policías.
En este mismo diario ya hemos subrayado la supresión del servicio de seguridad -a pesar de la latente amenaza yihadista que forzó que los jefes y altos mandos recibieron un curso de ¡7 horas! hace una semana -, con el consiguiente riesgo para la integridad del alumnado, profesorado y personal.
Aunque pueda parecer baladí, el asunto es bien grave porque la asignatura Policía Administrativa forma parte de un proceso selectivo para acceso a la Función Pública, o sea, de una oposición para Policía Local, y legalmente se exige para aprobarla superar todas y cada una de las asignaturas de dicho curso.
Hay que esperar que el Consejo Rector de la Escuela, que preside el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, promueva una investigación interna para averiguar lo ocurrido.
"Sobresalientes" de despacho
El control de la educación en Andalucía por parte del PSOE ha sido insistente desde hace años. Una de sus consecuencias más llamativas ha sido la proliferación de los "aprobados de despacho" que han sido denunciados por profesores, alumnos, sindicatos y asociaciones de padres, pero es una novedad radical que sean "sobresalientes" de despacho.
Por ejemplo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, de Andalucía denunció en junio de 2014 el "mundo al revés" que suponía la nueva normativa de reclamación de suspensos que planteaba la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y alertaba de las graves consecuencias para la calidad del sistema educativo andaluz puede conllevar dicha norma.
La norma criticada incrementaba el número de pruebas que ha de aportar el equipo docente de los colegios e institutos para verificar que un estudiante no ha superado la evaluación de una asignatura, pasando de 12 documentos a 16. Para el presidente del Sector de Enseñanza de CSIF-A, Francisco Hidalgo, "las consecuencias de dicha norma serán muchas y todas negativas. Si ya era desmesurado el anterior procedimiento, nadie se explica esta nueva vuelta de tuerca, salvo que obedezca a razones inconfesables relacionadas con la culpabilidad de nuestros gobernantes y el marketing político. Tampoco es menor el menoscabo importante que produce en la autoridad del profesorado, ya devaluada por actuaciones de este tipo, precisamente por quien dice, y debe, defender la dignidad del profesorado y su reconocimiento social". Ironizaba Hidalgo- que con la nueva normativa... que plantea la Consejería de Educación, "todos los estudiantes están aprobados salvo que se demuestre lo contrario".
Por su parte, la CGT denunció a una inspectora de Educación (la inspección es la "policía" de la Junta en Educación) que mandó aprobar a una alumna que había sido sorprendida copiando varias veces.
La Asociación de Profesores de Instituto de Andalucia (APIA) denunciaba hace poco más de un mes que la Consejería andaluza del ramo, esta vez a través de su Delegación territorial en Málaga, había vuelto a las andadas, aprobando a dos alumnos de bachillerato suspensos en septiembre, amparándose en sorprendentes informes de la Comisión Técnica Provincial de Reclamaciones, cuya composición se mantiene en secreto.
Se recuerda aún la gran movilización de los profesores andaluces cuando el gobierno de Manuel Chaves propuso un sistema que equivalía en la práctica por obtener un plus a cambio de aprobar más a los alumnos de modo que se redujeran las cifras de fracasos y la estadística del atraso de la educación andaluza.
Pero hasta ahora, cifras como las presentadas por la ESPA, no sólo de un aprobado general sino de un sobresaliente generalizado, no se conocían, especialmente en sectores sensibles para la seguridad ciudadana.