Los técnicos, los periodistas, el personal de administración… todos los trabajadores de Telemadrid han recibido en su correo electrónico una carta sorprendente esta semana, un escrito breve que les anunciaba la creación de un nuevo sindicato en la televisión autonómica.
Se trata en realidad de una sección sindical del Sindicato Independiente de Medios de Comunicación y Difusión, a día de hoy uno de los principales representantes de los trabajadores en Televisión Española, pero se trata de una inciativa nacida en la propia Telemadrid: un reducido grupo de trabajadores que ha decidido que no se sentían representados por los existentes y han decidido crear un sindicato diferente.
"Nos sentíamos atacados"
No sólo no se sentían representados: "De hecho, nos sentíamos atacados", nos cuenta sentado frente a un café Javier de la Fuente, elegido "secretario general" del nuevo sindicato, aunque nos confiesa que a él no gusta nada esa terminología.
Y es que probablemente los términos habituales del sindicalismo no tienen mucho que ver con esta iniciativa, lo que se pretende crear no es lo habitual: "Queremos un sindicato apolítico, no meternos en batallas ideológicas sino defender los derechos de los trabajadores de una forma que no se ha hecho en Telemadrid, dialogando con la empresa", nos explica Javier, que añade algo más: "No solo defender derechos sino no enfrentar a unos trabajadores con otros".
"No vamos a juzgar ni repartir carnets de buenos o malos periodistas", nos explica recordando lo que ha venido ocurriendo en la cadena autonómica: "En Telemadrid se ha fomentado el odio visceral a todo lo que no sea alinearse con lo que piensen UGT o CGT y lo que ellos piensan que debería defender la televisión".
¿Huelga? Puede, pero diferente
Nuestro interlocutor nos explica también por qué han decidido ir de la mano de los expertos del Sindicato Independiente de Medios de Comunicación y Difusión: "No tenemos experiencia sindical, aunque sí experiencia profesional, que es muy importante para tener representación. Necesitamos la experiencia y la infraestructura de otros". Sin embargo, deja muy claro que son independientes –"tenemos total autonomía"- y tienen algunas ideas propias: "No aspiramos a tener un ejército de liberados sino a renunciar a ellos", nos explica.
Otra diferencia importante: "No vamos a abusar de la huelga, sin renunciar a ella por supuesto, pero no como único instrumento", nos dice Javier, que además recuerda que hasta ahora en Telemadrid "las huelgas eran más que contra la empresa contra otros trabajadores".
Algo que no pasará ahora: "Si en algún momento hubiese que hacer una –nos explica Javier- el derecho a la huelga o a trabajar estarán al mismo nivel, lo que sí estará por encima es la libertad de elección y –recalca haciendo mucho énfasis- que nadie sea humillado por decidir una cosa u otra. No vamos a consentir – concluye- que ningún trabajador se vea perseguido por el simple hecho de hacer su trabajo.
Elecciones en octubre
Por ahora el nuevo sindicato "tiene sólo un pequeño grupo de afiliados", pero en el que sí "están representados prácticamente todos los departamentos de la empresa". La idea es presentarse a las elecciones sindicales que han de celebrarse en octubre: "Pensamos que en la actual Telemadrid mucha gente no se siente representada" por sus sindicatos por lo que creen que pueden obtener una buena representación pese a que sus potenciales votantes son personas "a las que les cuesta mucho afiliarse a un sindicato".
Además, aunque al menos hasta octubre el sindicato no tiene voto en los organismos de la empresa, "pero sí voz" –nos explica Javier- por lo que ya pueden "transmitir las preocupaciones de los trabajadores", algo que probablemente no hacen los sindicatos actuales, que "parecen más preocupados por los trabajadores de fuera que los de dentro".
Acusados como van a ser de ser una maniobra de la dirección, Javier de la Fuente no sólo lo niega con rotundidad –"no somos el sindicato de la empresa, a mí no ha venido ningún directivo a decirme lo que tengo que hacer y no sé si ellos pueden decir lo mismo de otros partidos políticos"- sino que además marca distancias con otras prácticas: "No somos de la dirección, pero tampoco vamos a ir incondicionalmente a desprestigiar a la empresa, incluso a otros medios de comunicación".
En definitiva, una iniciativa sorprendente para una de las situaciones más sorprentes que quizá se haya dado nunca en un medio de comunicación y que, por desgracia, ha tenido que verse en Madrid y en un medio que pagamos entre todos.