El bipartidismo pasa por sus peores momentos y sus líderes viven una crisis de credibilidad sin precedentes. Ni están ni se les espera y la gente de la calle ya mira al horizonte. Esto explica el desplome del PP y PSOE y la aparición fulgurante de partidos como Podemos o Ciudadanos.
El mejor ejemplo de este desprestigio de la clase política ha sido la cifra de audiencia del último debate sobre el estado de la Nación. Esta cita tuvo un paupérrimo 2,1% de audiencia en TVE. Por intervenciones la principal de Rajoy apenas obtuvo un 2,6% (155.000 espectadores) mientras que la de Pedro Sánchez fue aún menos seguida consiguiendo apenas el 1,2%, 77.000 personas.
En contraposición se sitúa la entrevista que este mismo lunes realizó Pedro Piqueras en el informativo de la noche de Telecinco a Pablo Iglesias. El líder de Podemos batió récord de audiencia en una entrevista a un político. Con un 22,2% de share, más de cuatro millones de personas siguieron la intervención de Iglesias. Tan sólo un día antes del debate en el Congreso conseguía ser la entrevista más seguida desde 2004 cuando Aznar acudió a Telecinco tras el 11-M siendo seguido por más de 5,7 millones de espectadores.