Tal día como hoy, 24 de febrero, pero de 2009, Libertad Digital contaba en su portada la investigación que abrieron los Mossos d’Esquadra para identificar a las personas que volvieron a derribar la figura del toro de Osborne de El Bruc, la última que quedaba en Cataluña.
Los Mossos recibieron el aviso de que la célebre silueta estaba en el suelo después de que hubieran sido serradas sus patas metálicas. A diferencia de otras ocasiones anteriores en que la figura también fue atacada, no incluía ninguna pintada reivindicativa.
En agosto de 2007, una veintena de vándalos derribó el mismo toro de Osborne, apenas una semana después de que fuera instalada en ese municipio de la comarca de Anoia. En esta ocasión, un grupo independentista autodenominado "Hermandad catalana La Bandera Negra" reivindicó en un comunicado la autoría del acto vandálico.
En él decían que querían "limpiar" la silueta de la "sagrada" montaña de Montserrat de la “inmundicia cornuda española que pretendía ensuciarla". También aseguraba que "el toro de Osborne de El Bruc ha caído y, después, ha sido pisado, ultrajado y humillado por los patriotas que lo han vencido mientras por el horizonte salía un sol de justicia".
Dos años más tarde, varios grupos de independentistas catalanes se concentraron en la localidad de El Bruc para reclamar que no se alzara el emblemático toro de Osborne que se levantaba en el lugar y que era el único que existía en Cataluña. Según los organizadores, esa silueta es un "símbolo reconocido del españolismo" e instaron al Ayuntamiento de El Bruc a que se posicionara e hiciera todo lo que pudiera para imposibilitar que Osborne reparara la valla.
En la marcha, que acabó con un brindis y a la que acudieron unas 150 personas, se protestó por el juicio contra dos manresanos que fueron detenidos cuando iban a abatir el toro de Osborne. Estos dos jóvenes, militantes de la organización independentista radical Maulets, intentaron derribar el toro de El Bruc en julio de 2008, ingresarían ocho días en prisión. Fueron condenados a pagar 12 euros diarios durante 16 años, pero se negaron a abonar la sanción total de 192 euros porque consideraban "legítima" su acción.