Un día después de que presentara oficialmente su proyecto de "unidad popular" para conquistar la presidencia de la Comunidad de Madrid, la excandidata autonómica de IU, Tania Sánchez, acudía al Ritz para discursar sobre su candidatura, en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa.
Bollos con pasas, pepitos de jamón con tomate, zumo y café en el menú culinario; en el social, algunas señoras con abrigos de piel y algunos caballeros con trajes caros mirando, con la curiosidad de un niño que visita por primera vez un zoo, a las otras señoras, con ropajes más humildes, y a los otros caballeros, con barbas de varios días y jerséis de lana sintética. Una azafata, a un señor : "Dígame su número de mesa". Responde este: "Ni idea". En pocas ocasiones las paredes del Ritz han albergado algo tan parecido a la lucha de clases, o como se llame la cosa. Entre los asistentes, el doctor Luis Montes y el exrector de la Complutense, Carlos Berzosa.
Tania Sánchez, presentada por la periodista de la SER Pilar Velasco, arrancaba su conferencia refiriéndose al Periodismo como un bien "imprescindible en estos tiempos", apostando por ejercerlo "con compromiso" y buscando "la verdad", sin aclarar, como Jesús ante Pilatos, qué es eso.
"Si yo fuera presidenta...": la ex de IU fue expresionista con su denuncia e impresionista con sus propuestas: así, mientras criticaba, con claridad y vehemencia, "tres mantras que se han convertido en dogmas" para el PP de Madrid -el liberalismo, la eficiencia de la gestión privada y la política fiscal-, cuando se refería a su -digámoslo así- programa, Sánchez hablaba de "reconocer lo que tenemos y ponerlo en valor", de firmar la paz con los rectores de las universidades madrileñas, de no "abandonar a las pymes" o de recuperar la gestión pública de la Educación y la Sanidad. ¿Cómo? Sólo ella sabe.
"Nuestra victoria -la de las fuerzas del cambio- será la primera derrota de Rajoy", dijo Sánchez, cuyo proyecto para la región pasa por "superar los años de saqueo y liberalización para los amiguetes" del PP. "Madrid debe liderar el cambio político", añadió. Al finalizar su discurso, ocurrió algo poco habitual en este tipo de eventos: dos periodistas se sumaron al aplauso. Esto, con Rosa Díez, por poner un ejemplo, no pasaba.
Después, en el turno de preguntas, la ex de IU evitaba referirse a Alberto Garzón -"No hablaré de los problemas de una organización en la que está la mejor militancia de Madrid"-, regateaba el asunto de su posible imputación con el argumento de siempre -"No creo que me imputen por algo que no es un delito"- y proponía una "Comisión de la verdad" en la que Ignacio González dé explicaciones sobre los contratos de la Comunidad de Madrid.
También habló sobre su actividad mediática, reconociendo el inmenso poder de la televisión y las redes sociales como "instrumentos de construcción de pensamiento colectivo". ¿Cree que el Gobierno presiona a los medios para evitar su presencia en tertulias? "Conociendo al PP, asumo que ha llamado a capítulo a las televisiones", respondía.
Para finalizar, dos pullas: una al PSM; otra, a Ciudadanos. A Sánchez le parece "razonable" que la militancia pida primarias, e invitó a todos los socialistas madrileños que quieran a que acudan al acto que su plataforma celebrará el sábado a las 12:00, en la sede de UGT. Sobre Albert Rivera: "Aún no está muy claro su proyecto. Pero si alguien cree que a una región como Andalucía tiene que ir alguien de Cataluña a enseñar a pescar, me da igual su partido, no entiende la realidad del país". Cuando terminó el evento, la comida en la mesa de los ponentes estaba intacta.