El titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Palma de Mallorca, José Castro, se ha topado este miércoles con la primera negativa para permanecer como instructor emérito y finalizar así él mismo la investigación del caso Palma Arena, la mayor causa de corrupción política investigada en Baleares, una vez que se jubile de forma forzosa el próximo mes de diciembre al cumplir los 70 años.
La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha remitido un acuerdo -adoptado por unanimidad- al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) donde explica que la solicitud del instructor "no se adecua a lo previsto en los arts. 200 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 258 del Reglamento 2/2011 de la Carrera judicial".
La Ley sólo contempla la prolongación de funciones judiciales como magistrado emérito exclusivamente para "formar Sala" como magistrado suplente en el Tribunal Supremo, los Tribunales Superiores de Justicia, la Audiencia Nacional y las Audiencias Provinciales.
José Castro solicitó hace semanas que bajo la fórmula del magistrado emérito, se le permitiese proseguir "con la instrucción de las Diligencias Previas nº. 2677/2008", es decir, con el caso Palma Arena. De momento, esta petición cuenta ya con el informe desfavorable del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
Este dictamen es obligatorio ya que para la elección de magistrados eméritos debe haber un informe obligatorio del tribunal superior de justicia correspondiente, aunque éste no es vinculante para la decisión que adopte ahora el CGPJ, que tiene la última palabra.
En su acuerdo, la Sala de Gobierno le responde además a Castro que actualmente "hay un número significativo de asuntos pendientes de avanzar en la fase de instrucción por posibles delitos contra la Administración Pública" en su juzgado por lo que se ha procedido "al refuerzo de ese órgano con una jueza de adscripción territorial durante los últimos años".