Dolores Agenjo dijo no. Fue la única. La directora del Instituto Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat se plantó ante la presiones del departamento de Enseñanza de la Generalidad, ante los requerimientos vía e-mail de diversos altos cargos de la institución autonómica, ante los avisos, admoniciones y "sugerencias" del "colectivo educativo", los "maestros por la independencia", los colegas funcionarios de Carme Forcadell y la "mayoría" del pueblo catalán. Y no abrió las puertas el 9N, no dejó que el recinto de su responsabilidad acogiera un referéndum ilegal organizado por la Generalidad y avalado por la pasividad judicial.
La osadía de cumplir la ley en Cataluña es el mérito que la ha convertido en la primera ganadora del primer premio Catalans per Espanya/Catalanes por España, una distinción que se le entregó este sábado en presencia de ningún representante de la Generalidad y entre una nutrida concurrencia en la que figuraban diputados del Partido Popular de Cataluña, miembros de VOX, el presidente de Convivencia Cívica Catalana, el profesor Francisco Caja, representantes de Sociedad Civil Catalana, así como de la mayoría de asociaciones contrarias al separatismo.
Las entidades que han participado en el acto son: Acción Cultural Miguel de Cervantes, Asociación por la Tolerancia, Asociación Salvar el Archivo de Salamanca, Convivencia Cívica Catalana, Coordinadora Española de Cataluña, Empresarios de Cataluña, Instituto por la Excelencia Profesional, Profesores por el Bilingüismo o Somatemps, entre otras.