Uno de los motivos que se barajan como más probables para el intento de expulsión -ya veremos si se concreta- de Tomás Gómez como Secretario General del Partido Socialista de Madrid, es el sobrecoste del tranvía de Parla.
En todo este tiempo Gómez ha utilizado para defenderse el argumento de que fue el Consorcio Regional de Transportes el organismo responsable de la adjudicación de las obras del tranvía, pero la historia es muy distinta.
A finales del año 2004 Tomás Gómez, alcalde de Parla, decide construir un tranvía para conectar el centro del pueblo con los nuevos desarrollos urbanísticos del municipio. Como se trataba de una obra de una gran envergadura decide que sea el Consorcio Regional de Transportes el que se haga cargo del proyecto mediante una encomienda de gestión.
El Consorcio, presidido por la entonces Consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid, María Dolores de Cospedal, trata de disuadir de esa idea al señor Gómez advirtiéndole del gran coste que supondría e intenta que Tomás Gómez contemple otras opciones, como la creación de lineas de autobuses, una solución, desde luego, mucho más barata y acorde a las posibilidades económicas de Parla. Pero es el capricho del alcalde y no quiere renunciar a él.
Por eso Tomás Gómez escribe una carta, fechada el 31 de enero del año 2005, en la que comunica al Consorcio Regional de Transportes que se hace responsable del coste que pueda provocar la construcción del tranvía. Un coste que se disparó desde los 93 millones de euros presupuestados inicialmente a los 256 millones que costó finalmente.