El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha calificado este jueves de "barbarie" el asesinato por parte de los terroristas de Estado Islámico del piloto del Ejército del Aire jordano Mauz al Kasaesbeh, que fue quemado vivo, y ha advertido que "tenemos enfrente a unos seres, que no sé cómo calificar, que quieren destruir nuestra civilización, nuestra forma de vida, y tenemos el legítimo derecho a la defensa".
En parecidos términos se ha expresado el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien ha dicho que asesinatos como el del piloto jordano "no son un fenómeno nuevo" y los ha comparado a los asesinatos de las últimas semanas de los dos periodistas japonenes, que fueron degollados por los verdugos islamistas, o con el secuestro de niñas por parte de Boko Haram, el grupo terrorista islamista que está creando el pánico en algunas zonas de Nigeria.
Ha descartado que los países musulmanes de la coalición contra Estado Islámico (Jordania, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Qatar, entre otros) vayan a dar un paso atrás después del asesinato del piloto jordano y ha insistido en la importancia de que estos países "tengan un protagonismo importante" en la misión para que "nadie lo pueda convertir en una guerra de religiones".
Ha incidido también en la diferencia estratégica entre Al Qaeda, que tiene como principal objetivo a los países occidentales y como secundario a los países de mayoría musulmana, y los nuevos terroristas de Estado Islámico, que tienen como objetivo primario los países musulmanes, algunos de los cuales considera heréticos, y como secundario a los países occidentales.
Jorge Fernández Díaz y José Manuel García-Margallo han hecho estas declaraciones a los medios de comunicación minutos después de la conclusión de la presentación de la publicación 'Vanguardia Dossier: la ciberguerra', que ha tenido lugar en la sede principal del Instituto Cervantes en Madrid.