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Lamentos en IU Andalucía: "¿Y si hubiéramos dejado gobernar a Javier Arenas?"

Susana Díaz deja a la formación a los pies de los caballos con la convocatoria de elecciones anticipadas.

Susana Díaz con el ya ex vicepresidente andaluz, Diego Valderas | EFE

En julio de 2011, Izquierda Unida en Extremadura tomaba la histórica decisión de dejar gobernar en solitario al PP extremeño, en la figura de José Antonio Monago, con dos finalidades declaradas: terminar con las estructuras del régimen instaurado por Juan Carlos Rodríguez Ibarra desde 1982 y debilitar la posición del PSOE en la izquierda extremeña a fin de subir puntos en las futuras encuestas. Fue una decisión política, pero también moral. No sólo que gobernase el más votado sino que no siguieran gobernando los más corruptos. Sin embargo, Izquierda Unida en Andalucía, la heredera de aquella formación que lideraron Julio Anguita, Luis Carlos Rejón, Concha Caballero y otros esforzados que prefirieron hacer una ya famosa pinza con el PP para terminar con la telaraña socialista en Andalucía, se inclinó por la complicidad con un régimen de duración próxima al de Franco y el respeto por los inacabables hilos que permiten al PSOE un control hegemónico sobre la sociedad andaluza, sobre su administración política e incluso sobre el dinero(uno de cada cinco euros del PIB los maneja la Junta) la educación, la sanidad, la cultura, la comunicación e incluso el empresariado.

Ahora, Izquierda Unida, como rezaba el título de una curiosa novela de la España de 1641, "El más desdichado amante y el pago que dan las mujeres", mutatis mutandis, ve el pago que le han dado los "sociatas". Aunque ahora la consejera de La Corrala la Utopía, Elena Cortés, se desgañite afirmando que IU ha llevado la decencia a la Junta de Andalucía, lo cierto, a los ojos de los ciudadanos, es que muchos años de trabajo y honorabilidad políticos han sido tirados por las borda por este grupo de comunistas de "orden" que encabeza Diego Valderas, que ha preferido poder y tener a ser una alternativa ética y política desde la izquierda al régimen socialista andaluza.

De hecho, apoyaron a una desconocida y obligada okupa del PSOE, Susana Díaz, en la presidencia de la Junta y la han ayudado a convertirse en lideresa nacional en contra de los intereses electorales de IU. Ahora se espera con impaciencia ver quiénes de estos comunistas de "orden" abandonan finalmente el barco hundido del comunismo clásico andaluz y se incorporan, como otros muchos(recuérdese Rosa Aguilar) al gigante trasatlántico socialista, dueño y señor de los mares del Sur.

El primer fracaso de su operación de supuesta "limpieza" - la constitución de la comisión de investigación sobre los ERE-, fue el descafeinamiento deliberado de una trama delictiva para sostener su "pacto de progreso". Ya entonces la resistencia del PSOE a toda acción que pusiera en juego a sus "hombres" y "mujeres" implicados en la trama, debía haber advertido a la cúpula de IU de que la tela de araña era tan extensa e intensa que sól opodrá destruirse, más no reformarse y mucho menos desde el interior de la boca del bicho.

La última prueba la han tenido con la escandalosa e inmoral decisión parlamentaria del PSOE de Susana Díaz, la "implacable" contra la justicia que no contra la corrupción y la indecencia, de reaforar sin más a tres ex consejeros de la Junta de Andalucía, Aguayo, Vallejo y Ávila, que están "preimputados" por la juez Alaya en los papeles que ha mandado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Lo ha conseguido y de este modo ninguno de los tres podrá ser llamado a declarar por la juez Alaya y ningún otro juez durante la campaña electoral..

La gestión de las consejerías de IU ha sido torpedeada por la propia Presidencia de la Junta atribuyéndoles siempre la responsabilidad de un radicalismo creciente, simbolización necesaria para que Susana Díaz se ha situado, políticamente, entre el radicalismo de IU-Podemos y el conservadurismo del PP andaluz.

Eso lo veía venir hasta un niño aficionado a la política. Desde el principio, hubo un run run incesante sobre la convocatoria electoral anticipada por parte de un PSOE que quería coger a contrapié al PP andaluz, convaleciente de una crisis interna bien aguda y afectado por los primeros y dolorosos pasos del gobierno de Mariano Rajoy. Julio Anguita ya les dijo hace tiempo que no se fiaran de un PSOE amoral en política y, como él experimentó en propias carnes, capaz de cualquier cosa con tal de perpetuarse en el poder. Y se ha cumplido. El Mundo lo subraya hoy con claridad: "¿No le ha salido mucho mejor a IU dejar gobernar al partido más votado mediante acuerdos parlamentarios en Extremadura que esta pantomima de prestarse a figurar como peones en la cuadrilla de un PSOE acorralado por la corrupción y sus conflictos internos?"

De hecho, se han convertido en cómplices de la perpetuación de un régimen con infinitos tentáculos en Andalucía a cambio de un plato, pequeño, de lentejas, película que proyectará Podemos con toda la razón del mundo para quitarlos definitivamente del mapa político andaluz. Ya le han mordido el 15 por ciento de los votos de Cañamero y Gordillo. De hecho, tras haber subido hasta el 15 por ciento de los votos en las últimas encuestas, IU en Andalucía ya ha iniciado un descenso que le llevará más que probablemente a la tumba política.

Los pardillos de la nueva dirección de IU, desde Garzón a Maíllo, han visto como sus moscacojonerías al aparato socialista más poderoso de España le han escrito el relato de campaña a Susana Díaz Lo que ha hecho esta Izquierda Unida, lo sepa aún o no, ha sido alimentar la estrategia susánida para elaborar su trola política andaluza, una farsa sobre la ingobernabilidad inexplicable si se tiene en cuenta que IU le regaló los presupuestos aprobados de 2015, clave para la estabilidad de todo gobierno, a finales de 2014.

Con esta operación propia de Mortadelo y Filemón, si abrieran una agencia política, Andalucía sigue a la cola de todo, a la cabeza de la corrupción, con un régimen intocado esencialmente, con una Susana Díaz convertida en superstar de la política española y con la imposibilidad casi total de abordar el cambio que necesita para pasar a ser una comunidad próspera, abierta y digna. Por si fuera poco, cabe la posibilidad de un triunfo del PSOE que, unida a la irrupción tumultuosa de Podemos y a la firmeza de la base del voto popular, deja a Izquierda Unida hecha unos zorros.

Ahora hay quien se hace en Izquierda Unida la pregunta clave: ¿Y si hubiéramos dejado gobernar a Javier Arenas, amigo de Luis Carlos Rejón y cumplidor riguroso de pactos y acuerdos como se comprobó en la "pinza"? Ah, sí, pero ya es tarde. Como decía Carlo Cipolla, el estúpido se caracteriza por hacerle daño a todo el mundo, incluido a sí mismo. Pues eso.

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