La bandera de España está prohibida en el campo del RCD Espanyol. Primero fue la directiva quien utilizó el argumento de que no se podía "politizar" el campo con banderas y que había muchos socios de "sensibilidad catalanista" que veían con disgusto la exhibición de "símbolos políticos". Entre ellos, la propia directiva y dos de sus grupos organizados más afectos, los denominados Col.lectiu Blanc i Blau Roger de Llúria y Perikos Independentistes. Ahora es que las banderas de España forman parte de un "discurso del odio" contra Cataluña.
Los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra aplican a rajatabla las instrucciones emanadas de la consejería de Interior y, según muchos socios, de los propios servicios de seguridad del club. Tales instrucciones han puesto el foco en los colores de España de modo que los agentes no dudan en cachear y retener a los portadores no ya de banderas, sino de bufandas ribeteadas con el rojo y amarillo de España. Las prendas "sospechosas" de "españolistas" quedan requisadas si es que el aficionado pretende, tras el cacheo e identificación policial, entrar en el campo.
Tanto da que se trate de niños como de adultos quienes incurran en la osadía de lucir bufanda, gorro y hasta pin español. Los Mossos actúan con igual presteza y rotundidad, aseguran los aficionados del Español.
Con la estelada, sin problemas
Todo esto sucede con la bandera de España, pero no así con la senyera ni la estelada. Cornellà-El Prat no es el Camp Nou, donde las banderas independentistas han sustituido por completo a las azulgranas, pero también se pueden ver numerosas esteladas y hasta una versión en blanco y azul que el club tolera y consiente en contraste con la bandera nacional.
No es la primera vez que se dan estos casos de rigor policial. La temporada pasada, en un partido contra el Rayo Vallecano, los Mossos obligaron a decenas de aficionados blanquiazules a desnudarse en los lavabos para un cacheo "integral", lo que motivó protestas y denuncias que no prosperaron.