María San Gil, expresidenta del PP vasco y testigo directo del asesinato de Gregorio Ordóñez, ha relatado en Es la Tarde de Dieter de esRadio cómo era su gran amigo cuando se cumplen veinte años de su asesinato por parte de ETA.
San Gil le recordó como una persona "vehemente, muy vital, defendía aquello en lo que creía y era una fuerza de la naturaleza". Y es que Gregorio Ordóñez era para ella "un hombre que no podía con la injusticia y la mentira".
Su gran personalidad y valentía impulsó a una generación y llevó al PP a conseguir unos resultados históricos para la formación en el País Vasco y sobre todo en San Sebastián, donde llegó a ser teniente alcalde de una ciudad gobernada ahora por los proetarras de Bildu.
"Creía tanto en lo que hacía y lo hacía tan convencido que conseguía sacar lo mejor de nosotros", recuerda la expolítica vasca. En su opinión, "el PP del País Vasco no se puede entender sin Gregorio, había también figuras importantes en el PP vasco pero él conectaba muy bien con la base social y hacer eso en Guipúzcoa en esos años era algo increíble".
Por ello, después de 20 años de su terrible asesinato María San Gil tiene claro que Goyo, como le llamaban sus amigos "es un héroe, un modelo a seguir, un referente de cómo no ponerse de perfil, de defender todo con vehemencia. Por eso le mataron". Recordó que ETA sabía que "un adversario político como Gregorio podía hacerles mucho daño".