Como viene ocurriendo desde hace ya una quincena de años –la Comunidad de Madrid ha sido la administración precursora en este sentido-, la Asamblea regional ha sido el lugar en el que se ha rendido este viernes homenaje a las víctimas del Holocausto y se ha recordado un acontecimiento que está, sin duda alguna, entre los más terribles de la historia.
Han estado presentes el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y de varios miembros de su Gobierno; el embajador de Israel, Alon Bar, y sus colegas de otros países como Francia, el Reino Unido, Canadá, Estonia, Austria y Hungría; el presidente de la Asamblea de Madrid, Ignacio Echeverría; el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell; así como representantes de diversas organizaciones y supervivientes del Holocausto.
El acto ha contado con una parte más emotiva, con oraciones en hebreo y el encendido de seis velas dedicadas cada una de ellas a una causa u homenaje: los que perecieron en el Holocausto, los que sobrevivieron al horror de los campos, los que lucharon por impedir las matanzas o se rebelaron contra ellas en los propios campos o los guettos, los Justos entre las Naciones y aquellos que salvaron vidas o lo intentaron y, finalmente, los que después del horror encontraron la fuerza y la valentía para fundar el estado de Israel.
También se ha podido escuchar el testimonio de Jorge Klainman, uno de los supervivientes, así como ver un montaje de las únicas imágenes que se conservan de Auschwitz en funcionamiento.
Un día reivindicativo
En la otra parte del acto se han podido escuchar varios discursos que han coincido en resaltar la especial significación del día este años en el que se cumple el 70 aniversario de la Liberación de Auschwitz, que se celebrará el próximo martes 27 con actos en todo el mundo.
Además, varios de los intervinientes han recordado que Europa se enfrenta de nuevo a una ideología, el islamismo radical, que amenaza los valores de libertad del continente. Especialmente claro en este sentido ha sido Ignacio Echeverría, que ha resaltado "el odio al pueblo hebreo" que late tras estas amenazas y ha alertado en contra del "apaciguamiento, esa inacción culpable que hizo posible la Shoá" y que podría repetirse en el presente.
Ignacio González, por su parte, ha recordado en este sentido que "la transigencia deja de ser respeto y se convierte en cobardía" si se superan ciertos límites y que nos encontramos frente a "una batalla que requiere la respuesta firme de toda la sociedad" en la lucha por los "valores de nuestra civilización" como "la libertad y los derechos humanos".