El Mundo cambia ya de tema y dice que "Hacienda descubre la fortuna en el Caribe de Oleguer Pujol". Suiza, Andorra, Luxemburgo, la isla de Man, las Antillas holandesas, qué chicos tan viajados. Casimiro le afea a Oriol que ayer se negara a declarar ante el juez. "No es esa la actitud que cabría esperar de quien ha sido diputado y ha ostentado grandes responsabilidades en política". La foto de portada está dedicada a la operación contra ETA de ayer. "Sortu pide 'jaque mate' para la Guardia Civil". Dice el editorial que es "una buena noticia porque demuestra que las Fuerzas de Seguridad del Estado continúan cumpliendo con su misión de poner a disposición de la justicia a personas del entorno etarra".
Sobre el ataque islamista en Francia escribe hoy Anson un artículo de lo más progre. El Coran "predica la conciliación y la espiritualidad profunda", dice muy políticamente correcto. "Es verdad que la mujer queda relegada" y hay "frases especialmente duras" pero es que se escribió en la Edad Media. "Se olvida a veces que la democracia estadounidense convivió durante ochenta años con la esclavitud impuesta por los blancos sobre los negros". La izquierda antiamericana te va a comer a besos, Anson. Ha sido Marine Le Pen la que ha "extendido la atrocidad de Charlie a todo el islam. No se puede generalizar ni trasvasar el fundamentalismo de unos pocos a toda una colectividad religiosa pacífica y espiritualizada". Que se lo digan a los dibujantes del Charlie. Ah no, que están muertos en nombre de esa religión tan pacífica y espiritual. Y acaba: "Si se hace balance entre lo positivo y lo negativo del islam, el primer platillo se inclina abrumadoramente sobre el segundo". Sobre todo para las mujeres.
El País dice que "Europa se plantea medidas de excepción contra el yihadismo". Si nos atenemos al editorial no queda claro si les parece bien o mal, porque por una parte dicen que "la primera obligación de los responsables gubernamentales es garantizar la seguridad de las personas" pero para eso "no hace falta suspender derechos fundamentales ni reclamar ninguna ley especial", basta con que sigamos como hasta ahora. "La seguridad interior requiere poner fuera de circulación a los numerosos yihadistas con pasaporte europeo implicados en las guerras en curso". Y la seguridad exterior hay que planearla "con mayor eficacia y claridad estratégica, lo que significa más medios y mejor dirección común". Qué difícil es nadar y guardar la ropa. Rosa Montero, no acostumbrada a andarse por las ramas va al grano. "O nos unimos con el islam moderado contra la barbarie, o estamos abocados a una guerra mundial de inimaginables dimensiones".
ABC lo tiene claro: "Guerra total a la yihad". "Paris despliega 10.000 soldados para prevenir ataques y se lanza al combate de la educación en los suburbios". Dice el editorial que "el PSOE ya ha vuelto al tópico de colisión entre libertad y seguridad". "La verdadera amenaza contra la libertad de los europeos está reflejada en el suelo ensangrentado de la redacción de Chalie Hebdo o en los rehenes asesinados en la tienda judía. No se puede pedir a las sociedades que sigan viviendo como si estos episodios no hubieran ocurrido o como si el combate contra el terrorismo no conllevara un coste en sus vidas diarias", esto es lo que hay. "La política correcta en este momento necesita otro discurso: más seguridad, más libertad. Nadie puede sentirse libre si no se siente protegido frente al kalashnikov de un terrorista". ¡Quillo, qué miedo! Me has convencido, Bieito. Ignacio Camacho es bastante escéptico. Dice que "en las manifestaciones de duelo todo el mundo sale estupendo y más si son en París", pero cuando se recoge la pancarta cada uno va a lo suyo. Ahora toca "arremangarse, y hacer política, forjar acuerdos, establecer medidas, tomar decisiones que pueden costar votos. En este caso se trata además de pisar un par de cables de alta tensión social: el de la inmigración, con su secuela de multiculturalismo, y el de la seguridad, con sus repercusiones sobre las libertades públicas. Dos debates del diablo en una sociedad debilitada por el pensamiento indoloro y desacostumbrada al concepto de la amenaza". Y tan a gustito, que estábamos.
La Razón vuelve a provocar a los yihadistas y adelanta la portada de Charlie Hebdo con otra caricatura de Mahoma. "Mahoma llora y también es Charlie". "Journal irresponsable", dice en un doloroso bofetón dialéctico al diario danés que se negó a publicar las viñetas el día de la matanza por "responsabilidad". Hoy José María Marco quiere que entendamos que "el islam y la religión musulmana son parte definitiva de nuestras democracias liberales. El islam es Occidente y sus problemas son los nuestros", qué monada, y por eso echó de menos en la manifestación carteles que dijeran "yo también soy musulmán". Pues a mí no me mires. Yo no soy musulmana ni me gustaría serlo. No me gustan los velos ni las palizas, aunque sean con varas finas.
La Vanguardia dice que "Francia combate el miedo con el ejército en las calles". Pues mira, no parece una mala receta. Pilar Rahola se debate entre su rojerío y su antiislamismo. Un problemón de los serios. "Por supuesto que existe la islamofobia, y la que se cuece en el fuego de la extrema derecha es indiscutible". Pero "existe una tontería supina de izquierdas que no acepta ninguna crítica al islamismo y menos al islam (...) Esa tontería pijoprogre hace mucho daño a un análisis crítico de lo que está ocurriendo". Qué duro coincidir con articulistas como Sostres, Arcadi, Hermann Tertsch y otros de tus demonios, ¿verdad Pilar?