El tiempo se agota para Artur Mas y Oriol Junqueras. El primero se comprometió a anunciar su decisión sobre el anticipo de las elecciones autonómicas este martes y el segundo no acepta integrarse en la lista única, pero sí que CiU se quede con los "independientes". Las cuestiones de matiz entre ambos tienen en vilo a la dirección de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que urge a un acuerdo ante los evidentes signos de fatiga del separatismo.
La presión de Carme Forcadell, presidenta de la ANC, es una de las claves decisorias que Mas utiliza contra Junqueras. Forcadell, así como Muriel Casals, de Òmnium, y Vila d'Abadal, alcalde de Vich y ex militante de Unió, son muchos de los "sinpartido" que aspiran a integrarse en la candidatura "unitaria" de Mas y temen que los recelos de Junqueras den al traste con su futuro y con unas elecciones anticipadas que en su esquema son una revalidación "legal" del referéndum independentista del 9N, el paso definitivo.
De ahí la "amenaza" de presentarse como partido precedida del anuncio de un incremento de los socios y simpatizantes de la organización. Lo cierto, en cambio, es que Forcadell afronta las últimas semanas de su mandato en medio de un clima de división, desconfianza, improvisación y decaimiento del entusiasmo. Con todo, ha dado un ultimátum a Mas y Junqueras. Este jueves, 15 de enero, debe haber un acuerdo sobre el anticipo electoral. Para materializar su presión, la ANC anuncia nada menos que una etiqueta en twitter y una cacerolada para esta noche que algunos interpretan como una protesta contra Junqueras y otros como la expresión definitiva del colapso del proceso separatista. A partir del jueves y si la cacerolada no ha hecho entrar en razón a Mas y Junqueras, la ANC pasaría a montar concentraciones y el próximo domingo, una manifestación.
Fracaso de la última iniciativa
La organización afirma tener unos 80.000 militantes, entre socios y simpatizantes, y ha descolgado de su página los estatutos que le prohíben expresamente concurrir a unas elecciones como partido. A la vez, presiona con su teórico número de socios para ampliar su representación en la lista de Mas si es que finalmente existe tal. Según los datos de la propia entidad, 40.132 personas son "miembros de pleno derecho" de la ANC mientras que otras 39.946 ejercen de "colaboradoras o simpatizantes".
A pesar de tanta vitalidad, la plataforma separatista sólo ha conseguido que unas mil seiscientas personas se autoinculpen en los distintos juzgados de Cataluña por el referéndum del pasado 9 de noviembre. La fuente es, de nuevo, la propia organización, que habla de "más de 600" personas en Barcelona; "más de 300" en Vich "el pasado 29 de diciembre"; "más de 200" en Valls y Tarragona y "un número similar en Berga y Vilanova y la Geltrú". Respecto a Gerona, la ANC habla de "centenares de autoinculpaciones a pesar de la negativa inicial (de aceptarlas) del juzgado de Guardia". A partir de ahí y en localidades como Reus, Badalona, Figueras o Sardañola, la organizaciones "precisa" que son "decenas" los ciudadanos que han seguido la consigna de la ANC en apoyo de Mas.
El objetivo inicial era colapsar los juzgados, pero el fracaso es indisimulable. En cifras redondas y suponiendo que en Gerona centenares se refiera a doscienas personas, alrededor de 1.600 personas ha seguido la campaña de la ANC, que tiene en su web el documento para facilitar el trámite de autoinculparse, acto cuyas consecuencias en este caso son nulas.