Tal día como hoy, 8 de enero, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada la confesión de la entonces portavoz del PP en el Congreso de que detrás de su operación no se escondía el deseo de "corregir algo" ya que según ella le gustaba su nariz.
Sobre las especulaciones a cerca de la posibilidad de que Sáenz de Santamaría aprovechara la ocasión para hacerse algún retoque estético, señaló que le gustaba su nariz y que no quería "corregir algo con cirugía". La que fuera portavoz del PP en la Cámara Baja bromeó sobre el asunto al decir que Rubalcaba era "menos peligroso que el esquí".
La actual vicepresidenta del Gobierno tuvo que ser operada después de romperse el tabique nasal en un accidente mientras estaba esquiando en Formigal. Al parecer, se golpeó con uno de sus propios bastones de esquiar y se fracturó el tabique nasal. Según fuentes del PP, la portavoz parlamentaria regresó a Madrid ese mismo día y fue operada por la noche en el hospital Ramón y Cajal. Tras permanecer unas horas en observación, recibió el alta y tendría que guardar reposo en casa con la nariz escayolada.
Este incidente recordó la noticia publicada por ‘La Otra Crónica’ sobre la idea de José Blanco de "armonizar" su nariz con una rinoplastia. El exministro socialista se corrigió sus problemas de vista y se operó para quitarse las gafas, según él, "porque tenía miopía, astigmatismo, cataratas y presbicia". Según la revista, el cambio de imagen de José Blanco se podría prolongar ya que el entonces ministro de Fomento estaba pensando en someterse a una operación de cirugía estética.
Según fuentes de ‘La Otra Crónica’, Blanco estaba muy acomplejado por su nariz y señalaba que podría haber consultado ya a un especialista para mejorar esa parte de su rostro. Apuntaban que si no había pasado por quirófano era por problemas de agenda.