"Un ara mateix... per sempre" (Un ahora mismo... para siempre) es el título de la exposición que la Generalidad ha dedicado a Joan Carrera y que se inauguró este jueves en el Palacio de la Generalidad con una presencia muy particular, la del expresidente regional Jordi Pujol, en una de sus muy escasas apariciones desde que confesara la posesión una fortuna oculta en Andorra.
Tras su comparecencia de finales de septiembre en el Parlamento autonómico, donde abroncó a los diputados, Pujol fue visto otra vez en público durante la votación del referéndum independentista del pasado 9 de noviembre. Pero esta vez ha sido la más sonada, pues se trata ni más ni menos del regreso de Pujol al Palacio en el que vivió sus días de gloria política mientras crecían sus siete hijos y engordaba el patrimonio de la familia.
El obispo Carrera fue uno de los grandes amigos de Jordi Pujol, también fundador de Convergència y obispo auxiliar de la capital catalana, momento en el que suspendió su militancia en el partido nacionalista. En el acto, según la agenda de la propia Generalidad, no estaba prevista la presencia del actual presidente, Artur Mas. Ha sido el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, la máxima autoridad en una inauguración a la que también asistieron la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias y el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, entre otras personalidades políticas y religiosas catalanas.
Pujol departió con algunos de los presentes justo un día después de que trascendiera que la herencia de su padre no coincide en absoluto con lo sostenido por Pujol en relación al origen del dinero andorrano.