CCOO inaugurará 2015 con una huelga en Asturias el 12 de enero en la empresa de autobuses Alsa, con la repercusión que tendrá para los miles de usuarios que utilizan la compañía para moverse por el Principado.
Sin embargo, tal y como denuncian la empresa y la patronal regional de transportes, lo más llamativo del paro es el motivo. Y es que el sindicato exige la readmisión de un trabajador despedido. Hasta ahí puede parecer hasta normal. Pero el caso va más allá si se conoce la historia puesto que el protagonista en cuestión dejó la empresa por "sustraer" gasóleo para uso particular de un tercero, algo tipificado en el Código Penal. Para más inri, el propio trabajador despedido reconoció el robo. Pero claro, era delegado sindical.
A pesar de ello el sindicato obvía la vulneración de la ley y sigue empeñado en perjudicar a miles de usuarios para que readmitan al trabajador que robó. En su agresiva campaña, los huelguistas también han provocado destrozos en la empresa. Y aunque los sindicatos niegan que la readmisión sea el motivo real de la huelga, Raúl Fernández de UGT insiste en que el despido por robar a la empresa es "desproporcionado", realizado "con la intención de sentar un precedente para poder aplicar lo que la empresa hasta ahora no pudo, que es aplicarnos la reforma laboral", lo cual no dice mucho a favor de la actitud de los sindicatos.