La Junta de Andalucía sigue presionando a la Diócesis de Córdoba por la gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba. En una reunión entre el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, de IU y el deán presidente del Cabildo de la Catedral de Córdoba, Manuel Pérez Moya, el pasado 24 de diciembre, el consejero amenazó con expropiar el templo propiedad de la Iglesia desde 1236.
En el programa Es la Tarde de Dieter de esRadio Manuel Pérez Moya, uno de los mayores expertos en el principal monumento de Córdoba y de los más visitados por los turistas en España, ha comentado cómo fue el encuentro, al que también asistieron la delegada de la Junta en Córdoba y el coordinador de IU en Córdoba y candidato a la alcaldía de la capital.
Manuel Pérez Moya ha dicho que ellos, en la Iglesia, saben escuchar y están atentos a los que les dicen pero ha resaltado que "no se puede ir con amenazas" porque "para crear un clima de diálogo hay que ir con la verdad por delante".
Según el deán, quedaron "perplejos" ante la actitud de los enviados de la Junta que, en su opinión, no querían debatir sino vender su "paquete", en alusión a la propuesta de cogestión del edificio. "No esperábamos una actitud de agresividad", ha dicho.
El deán, que ha recordado cómo previamente le habían enviado "una carta llena de falsedades", ha dicho que trató de enseñarle al consejero, en una visita guiada, el interior del templo para refutar la acusación de que la Iglesia oculta elementos islámicos de la antigua mezquita. Rafael Rodríguez lo rechazó alegando que la tenía "muy vista".
Sobre la polémica, ha destacado que la Junta andaluza, presidida por la socialista Susana Díaz con el apoyo de IU, "lleva 18 años" sin aportar dinero a la conservación del templo mientras que la Iglesia ha aportado unos "20 millones de euros".
Lo que la Junta de Andalucía busca con estas presiones es conseguir la total o parcial gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba relegando el papel de la Iglesia que lleva desde 1236 cuidando de la gran joya del arte islámico. Ha asegurado que por parte del Cabildo no quieren montar "ninguna guerra" pero ha remarcado que no están dispuestos "a que nos arrebaten algo que es patrimonio de la Diócesis de Córdoba desde hace casi 800 años".