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García Revenga avisó al 'pequeño Nicolás' de que tenía el teléfono intervenido

El atestado policial que ha salido a la luz tras levantarse el secreto de sumario revela el papel que pudo haber tenido el secretario de las infantas.

Carlos García Revenga | Archivo

El Mundo revela este miércoles un sorprendente dato en torno al caso del pequeño Nicolás, cuyos detalles trascienden ahora que se ha levantado el secreto de sumario. El diario cuenta que, según el atestado policial, Carlos García Revenga, secretario de las infantas Cristina y Elena, avisó al joven de que tenía el teléfono intervenido por la policía.

Según el atestado, García Revenga le dijo que le estaba escuchando "todo el mundo" y que su número era un "teléfono público", en alusión a que estaba intervenido. En su conversación, el secretario de las infantas le habría informado de cómo "podían comunicarse por un medio seguro". La Policía considera que la información que le trasladó el secretario de las infantas fue "excesivamente detallada y confidencial" y que a ella sólo tendrían acceso "funcionarios policiales o del ámbito de la seguridad que intervienen el teléfono y el órgano judicial que lo autoriza".

En Es la Mañana de Federico, uno de los autores de esta información, Esteban Urreiztieta, ha destacado cómo la Policía dio credibilidad a la veracidad de esta conversación, que habría detallado el pequeño Nicolás en la declaración. Al parecer, fue clave el hallazgo en casa de la abuela de Nicolás de una carpeta de la Casa del Rey, auténtica, que el presunto estafador usó repetidamente para jactarse de sus contactos y "facilitar sus presuntas actividades ilícitas".

En la tertulia de esRadio, Urreiztieta ha puesto como ejemplo de las andanzas de Nicolás un "periplo delicioso" que mantuvo con un empresario de avanzada edad dueño de una finca muy importante. Nicolás, según el periodista y colaborador de esRadio, se presentó ante él como enviado de Soraya y le dijo que Hacienda le iba a embargar todas sus cuentas, por lo que debía sacar dinero antes del bloqueo. Fueron juntos a una sucursal y Nicolás se las ingenió para quedarse con 15.000 de los 25.000 euros que sacó en efectivo, con la promesa de que se los iba a "custodiar el CNI".

Después, reapareció para pedirle 300.000 euros de parte de Soraya Sáenz de Santamaría: el dinero, le dijo, se depositaría en "una sala de gobierno" y eso le daría un estatus de "pata negra" frente al Ejecutivo. La mujer del empresario no se fió y le pidió que trajera a Santamaría para que se lo dijera ella en persona.

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