Tras las informaciones que denunciaron la existencia de tarjetas "black" en la Universidad de Cádiz, su Consejo Social, que debe cuidar de sus cuentas y presupuestos va a analizar el uso de estas tarjetas bancarias que el anterior equipo directivo usó para gastos personales como viajes, comidas en restaurantes, compras en joyerías y supermercados y consumiciones en bares de copas. La universidad gaditana dijo el lunes que los gastos están auditados y que no cabe abrir una investigación. El dinero gastado podría alcanzar los 400.000 euros. La Junta le ha pedido a la Universidad una explicación a la máxima brevedad.
El uso de las tarjetas tuvo lugar entre 2007 y 2011, fecha en que el entonces rector Diego Sales fue sucedido por un miembro de su equipo, Eduardo González Mazo. Nada más llegar al cargo, eliminó las tarjetas pero no investigó su uso a pesar de las denuncias de un profesor que no constan oficialmente aunque sí se conocían en el Consejo Social.
La Universidad gaditana sigue sin explicar los gastos de restaurantes en fin de semana, hoteles de lujo o bares de copas. Varias fuentes cercanas al actual equipo directivo señalaron este lunes que cada gasto se puede explicar individualmente. Pero sí alude a por qué no se ha investigado a pesar de la denuncia de un profesor y la demanda del Consejo Social. Según la Universidad, todo era conocido por la Cámara de Cuentas y estaba fiscalizado "debidamente". Sin embargo, omite el dato de que cuando la Cámara de Cuentas inspeccionó sus cuentas, aún no estaban en funcionamiento las tarjetas porque el informe se hizo sobre años anteriores a 2007.
Pero la Cámara de Cuentas sí hacía las siguientes precisiones:
-La UCA había obviado hasta 2007 la obligación de elaborar la contabilidad analítica.
-Había informes que no contenían la información requerida.
-Había retribuciones de algún personal no incluidas en los gastos de personal.
Cinco universidades reconocen el uso
Las de Almería, Huelva, Jaén y las dos de Sevilla: la Hispalense y la Pablo de Olavide usan tarjetas y a día de hoy, niegan usarlas las universidades de Cádiz, Córdoba, Granada y Málaga. Destaca El Mundo el caso de Huelva donde hay cuatro tarjetas: una a nombre del rector, Francisco Ruiz; otra al del gerente de la onubense, Alberto Tejero; una más para el chófer de la Universidad y una para gastos de la biblioteca.
En Almería, Jaén y en la Hispalense de Sevilla, los únicos titulares de visa institucional serían sus rectores: Pedro Molina, Manuel Parras y Antonio Ramírez de Arellano, respectivamente, que ya han dicho que sobre sus gastos existe fiscalización absoluta. En la sevillana, la Pablo de Olavide, el rector no dispone de visa, pero como en Huelva, sí las hay para la compra de material online –a nombre de la vicerrectora de Nuevas Tecnologías, que tiene a su cargo la gestión de la biblioteca y del Centro de Informática y Comunicaciones– y para el pago de la gasolina y de peajes, en manos del conductor del Rectorado.
El extraño caso de la Universidad de Málaga: de Errejón a una Fundación privada dominada por la familia y amigos de la Rectora y a "cesiones" de personal directivo.
Tras el descontrol manifestado en el caso Errejón, donde un profesor militante de Podemos dio al número dos de Podemos, Íñigo Errejón una ayuda de 1.800 euros anuales para un contrato que esta incumplió, se ha descubierto que la Fundación General Universidad de Málaga ha resultado ser privada. Está presidida por la rectora Adelaida de la Calle que arrima fondos desde la Universidad a su Fundación, fondos que se niega a que sean investigados porque la fundación es "totalmente" privada.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios -CSIF- anunció el lunes que ha solicitado a la Fiscalía ampliar su denuncia por presuntas irregularidades en la Universidad de Málaga -UMA- para incluir el convenio de cesión por el que la esposa del secretario general de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Triguero, pasa a trabajar en la Secretaría General de Universidades. Según la organización sindical, Amparo Ruiz Sepúlveda, profesora en la UMA, "es liberada" de su carga docente para prestar servicio como asesora de su marido en Sevilla tras un acuerdo de colaboración suscrito en 2008 por la rectora malagueña, Adelaida de la Calle, y el propio Triguero.
"El convenio acuerda el pago a esta profesora de la UMA de la nómina, del complemento de vicerrectora -a pesar de no serlo- y de una "cantidad adicional" para dietas mediante transferencia desde la propia Secretaría General de Universidades a la Universidad de Málaga; que se encarga del pago final a la esposa de Triguero", aseguró CSIF, quien cifró la cantidad adicional en complementos que la UMA ha abonado desde 2008 a esta docente podría sumar alrededor de 30.000 euros.
Otro acuerdo fue suscrito para la cesión a la Secretaría General de Universidades de la profesora universitaria Pilar Martínez, esposa de Antonio Lozano, ex viceconsejero de Presidencia de la Junta, imputado en los ERE, y recientemente incorporado a Andalucía Tech.
El caso de la Universidad de Almería
Hace menos de un mes el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, abroncaba a periodistas por preguntarle a Susana Díaz por un imputado socialista. En julio impedía la presencia de economistas no de izquierdas en debates sobre economía. Poco antes, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía había desautorizado su actuación en el caso del despido de un profesor que le acusó de corrupción.
Pero lo realmente llamativo, por ahora, es su nepotismo, caso que salió incluso en The Times, en el marco de la politización, corrupción y nepotismo de la Universidad. En junio de este año, Noticias de Almería desvelaba lo que llamó el "asalto" socialista a la Universidad de Almería. Decía así: "El nombramiento de Javier de las Nieves como número tres de la Universidad de Almería consolida la estrategia socialista para hacer de esta institución lo que ya han hecho de Andalucía Se trata de ordenar la sucesión mientras se extienden las redes para no dejar ni un resquicio por donde pueda entrar el aire fresco al Campus".
Libertad Digital ya publicó en 2012 la situación de nepotismo que se vivía en esta Universidad: "El Rector de la Universidad de Almería, Pedro Roque Molina García, tiene en la actualidad cinco familiares trabajando en la institución, aunque han llegado a ser media docena con el beneplácito de la gerencia de recursos humanos de la Universidad que encabeza Vicente Pecino Medina y el propio gerente de la Universidad, Antonio Miguel Posadas Chinchilla".