El 21 de diciembre de 2004, los ministros de Defensa de Argelia, España, Francia, Italia, Libia, Malta, Marruecos, Mauritania, Portugal y Túnez, reunidos en París (Francia), firmaron una declaración de intenciones para constituir una nueva iniciativa de seguridad en la cuenca occidental del Mar Mediterráneo, que fue bautizada como Iniciativa 5+5 Defensa. Cristalizaba así en su dimensión de Defensa la iniciativa subregional 5+5 iniciada por estos países en 1990.
La declaración decía que "los problemas de seguridad en el Mediterráneo afectan del mismo modo a todos los países ribereños, y que el modo más eficaz para enfrentarnos a ellos es mediante la cohesión de nuestros países". "Consideramos que el objetivo de esta Iniciativa es promover actividades prácticas de cooperación en aquellos campos de interés común que servirán como punto de encuentro para intercambiar conocimientos y experiencias", continuaba.
Los países europeos llevan a cabo cursos de formación y labores de asesoramiento a los militares de los países africanos, que luego son llevados a la práctica en ejercicios conjuntos que se llevan a cabo como mínimo con periodicidad anual, en cuatro campos principales: la seguridad aérea, la vigilancia marítima, la formación académica y la participación de las Fuerzas Armadas en apoyo a la población civil en caso de catástrofe.
Un Comité Director, del que forman parte dos representantes de los ministerios de Defensa de cada país, es el encargado de planificar y supervisar los planes de acción anuales. De forma rotatoria, siguiendo el orden alfabético en inglés de los países, cada nación participante ostenta la presidencia de este comité por un año, y organiza en su país las reuniones preceptivas para el desarrollo de la iniciativa, así como la reunión anual de ministros de Defensa.
España ha presidido por primera vez la Iniciativa durante 2014 y ha potenciado las actuaciones en un momento en el que los grupos yihadistas tienen una presencia muy activa en el área del Sahel (Mali, Túnez y Libia, que va camino de convertirse en un estado fallido), lo que está convirtiendo a los países africanos que forman parte del 5+5 en la última barrera antes de que el empuje islámico llegue hasta nuestras fronteras. No en vano, España es el único país con frontera terrestre en el continente.
Por si fuera poco, nuestro país tiene otro interés añadido. Y es que las áreas controladas por los yihadistas en África se están convirtiendo en un corredor perfecto para la entrada en Europa, con la vista puesta especialmente en España, de las mafias de tráfico de drogas y personas que antes utilizaban unas rutas que les resultaban más complicadas y que ahora tienen casi una autopista asegurada por los yihadistas hasta las puertas de Europa.