
A La Pedrera de Gaudí, el turístico edificio del Paseo de Gracia de Barcelona, le ha salido un patrocinador inesperado, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), organización separatista entre cuyos fines sociales no consta el mecenazgo en la restauración de edificios públicos. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona, que dirige el convergente Xavier Trias, no ha tenido reparo en asegurar por escrito que cedió la fachada del visitado edificio para que la ANC la ocultara con una pancarta gigantesca anunciando el referéndum del 9-N porque tal organización le pagará a la ciudad 275.000 euros.
La Pedrera, en la que se acometen obras de rehabilitación, quedó cubierta con una lona de la ANC y Òmnium Cultural en la que se decía "Volem un país nou, sí o sí" (Queremos un país nuevo, sí o sí) entre los días 18 y 31 de octubre, mientras que las marcas que patrocinan con sus anuncios la renovación de la fachada, cuyo coste se estima en un millón de euros, se veían privadas del mejor escaparate de la ciudad.
No obstante, fuentes municipales aseguran que a la ANC ni le costó un duro desplegar la lona ni está previsto ningún ingreso en las arcas consistoriales procedente de tal organización. La ANC se encuentra bajo la lupa de la Agencia Tributaria por supuestas irregularidades contables.
La entidad siempre ha negado que recibiera subvenciones de la Generalidad, la Diputación o el Ayuntamiento de Barcelona. Mantiene que se financia a través de las cuotas de sus asociados, pero la abundante inserción de publicidad en los medios de comunicación, las exhibiciones de masas y la dedicación exclusiva de centenares de personas a la causa no cuadran con esa parca fuente de ingresos. De ahí que en el Ayuntamiento de Barcelona se haya decidido echar una mano a la ANC de cara a la inspección fiscal con el argumento de que la administración local no sólo no contribuye a financiar las actividades del grupo separatista sino que recibe ingresos de la "benéfica" entidad. Unos ingresos que suponen, además, importantes desgravaciones fiscales.