Tal día como hoy, 5 de diciembre, pero de 2013, Libertad Digital contaba en su portada la esperanza del Gobierno de que Artur Mas no diera el paso de crear una Agencia de Inteligencia catalana, pero por si acaso le advirtió de que no estaba dispuesto a que se jugara en materia de Inteligencia y Seguridad.
La vicepresidenta del Gobierno dijo que "en nuestra Constitución está bien claro a quién corresponde las competencias en esta materia". Fuentes del Ejecutivo aseguraba que el presidente de la Generalidad había negado que estuviera en sus planes crear un servicio de inteligencia, pero ese informe existía. Por eso, Soraya Sáenz de Santamaría recordó cuáles era las líneas rojas: "Las funciones de defensa y de seguridad nacional son propiedad exclusiva del Estado".
Aunque por si se diera el caso, avanzó cuál iba a ser el paso de la Abogacía del Estado en caso de que la Generalidad preparara una agencia propia: "La vulneración de esa norma llevaría a un recurso". Es decir, se iría inmediatamente al Tribunal Constitucional que bloquearía la intentona de Mas.
La alarma la disparó el líder de Ciudadanos un día antes tras acusar al presidente de la Generalidad de Cataluña de estar montando una "Agencia Nacional de Seguridad sin tener competencias y con el dinero de todos los ciudadanos". Albert Rivera exhibió un informe atribuido al Centro de Seguridad de la Información de Cataluña (Cesicat) en el que se incluía una "hoja de ruta" que abogaba con contactar con el Mossad y destinar más de once millones en una primera fase del "despliegue", 28 en una segunda y asignar unos trescientos agentes de los Mossos d’Esquadra de la nueva "agencia de espionaje" de la Generalidad de Cataluña.
En el documento se desglosa los siguientes pasos a dar: "Entrar en contacto con los servicios de Inteligencia de Israel para conocer la organización de su agencia de ‘Ciberseguridad’. La Ertzaintza tiene buenos contactos con empresas y mundo gubernamental israelí", así como "entrar en contacto con el ‘Massachussets Advanced Ciber Security Center’ con el objetivo de conocer su funcionamiento, organización y actividades; y plantear un posible marco de colaboración". Los papeles del Cesicat llegaron a comparar el coste y personal de agencias como el CNI español, la NSA norteamericana o el Servicio Secteto Británico.
Sin embargo, Artur Mas aseguró que desconocía la existencia de dicho informe y advirtió a Ciudadano de que podría tratarse de un "documento del CNI". Para el presidente catalán, la agencia española estaría detrás de la documentación que implicaba a la familia Pujol y a él mismo con cuentas en Suiza y también estaría detrás de la elaboración de informes falsos para perjudicar el proceso soberanista.