En la hasta ahora sede del Instituto Andaluz de la Juventud -IAJ- existían varios váteres. De hecho, en la planta baja hay un cuarto grande con lavabo, váter e incluso pila de pared para hombres. En la planta primera hay dos cuartos juntos con dos lavabos y dos váteres. En la planta segunda, otros dos lavabos con dos váteres. En la tercera planta, que es el ático de la casa, se encontraba el cuarto de baño de la Dirección, junto al despacho del director general, Raúl Perales, con váter, espejo, lavabo y plato de ducha. El cuarto de baño había sustituido al existente en la casa alquilada y ahora ha sido desmontado y trasladado a la nueva sede de la calle Maese Rodrigo de Sevilla.
Según la jefa de prensa del Instituto, Carmen Victoria Pérez Domínguez, el traslado fue decidido como medida de ahorro ya que el cuarto de baño era propiedad de la Junta de Andalucía y no hay por qué gastar dinero en otro cuarto de baño. Curiosamente, como se ve en las fotos, el espejo no ha sido desmontado.
El problema es que desmontar un cuarto de baño y volverlo a montar en otra casa después de transportado cuesta bastante más que los sanitarios rescatados por la Junta, salvo que estos sean de materiales supernobles o de un diseño supercaro. De hecho, los autónomos consultados por Libertad Digital cifran en unos mil euros el coste del desmontaje y montaje del cuarto de baño sin contar el transporte y siempre que la obra no exija una reforma de la fontanería.
Si se tiene en cuenta que el precio de un váter normal de las marcas habituales en Andalucia puede oscilar entre los 50 euros, si están de oferta a los 150 euros ni lo están, el traslado del váter cuesta más caro, incluso si se suman como es el caso el lavabo y el plato de ducha, que lo que valen los sanitarios.
Faltaba un váter
Por otra parte, la propia jefa de prensa dijo a Libertad Digital que el traslado, además de por ahorro, se debía a que faltaba un váter en las nuevas dependencias que va a ocupar el Instituto en la mencionada dirección, propiedad de la Junta. La explicación es curiosa porque en los edificios oficiales los váteres están instalados y si no lo están, es que alguien se los ha llevado o ha sido desmontado, lo que plantea un nuevo misterio.
Por si fuera poco, en la casa alquilada de la calle Bilbao, hasta ahora sede del Instituto, ha quedado un agujero en el sitio del váter y un cuarto de baño en un estado manifiestamente mejorable. Cuando LD preguntó a la jefa de prensa que cómo iban a dejar al propietario un agujero en el váter, tras consultar con alguien en el Instituto, respondió que el agujero iba a ser tapado de nuevo con los viejos sanitarios que se quitaron en su día para instalar los nuevos.
Fuentes del Instituto Andaluz de la Juventud, han informado a LD que no existen dependencias en las que hubieran podido almacenarse los viejos elementos del cuarto de baño aunque pudieran estar, eso sí, guardados en almacenes fuera de la sede. De todos modos, es una costumbre infrecuente sustituir un váter, un lavabo y una ducha y guardar las piezas usadas.
Naturalmente, si hay que reponer en su sitio los viejos sanitarios que la casa tenía, se encarece aún más la operación de desmontaje, traslado y montaje del cuarto de baño de la dirección.