UPyD termina 2014 asumiendo que ha sido un auténtico annus horribilis para la formación. Lo ha sido en términos electorales, con un deterioro considerable, pasando de un 10% en intención de voto en enero, según Sigma Dos, al 4,5%, incluso a ser superado por primera vez por Ciudadanos en otro sondeo; también en términos de imagen pública, pues ha perdido uno de sus principales activos y referentes, el dos veces candidato a las europeas Francisco Sosa Wagner. Una salida estrechamente vinculada al nuevo carpetazo a las negociaciones de unión con el partido de Albert Rivera que se certificó definitivamente la semana pasada.
Hasta aquí el diagnóstico grave sobre la situación interna que comparten casi todos sus dirigentes, quienes desde hace tiempo vienen advirtiendo a quien les quiera escuchar en privado del riesgo cierto de desaparición de las siglas magenta en las próximas citas electorales. Sin embargo, nadie duda que Rosa Díez volverá a ser cabeza de cartel en las próximas generales marcadas por un fuerte relevo generacional merced a nombres como Pedro Sánchez, Alberto Garzón, Pablo Iglesias o el propio Rivera. Además, en la formación magenta cunde el desánimo y se consideran desamparados mediáticamente ante Ciudadanos, reproduciendo las quejas de estos días de Cayo Lara sobre Podemos como ejemplo de lo que ocurre. Así como en IU son ya un clamor las quejas por la excesiva presencia en tertulias de televisión de Iglesias, en UPyD se considera que algo parecido ocurre con Rivera, quien además, lamentan, tiene el apoyo del diario El Mundo, el rotativo en el que publicó el pasado verano Sosa Wagner un artículo defendiendo la unión con Ciudadanos que destapó la caja de los truenos. En esa misma línea se sitúa el artículo, en el mismo rotativo, publicado la semana pasada por el ex presidente de la CNMV Manuel Conthe, quien abogaba (antes de la ruptura definitiva) por una fusión de UPyD y Ciudadanos que fuese liderada por Rivera. "Prefieren a Rivera, porque es un líder bizcochable" aseguran a Libertad Digital fuentes de la dirección del partido.
La formación magenta afronta ahora su difícil implantación en Cataluña, donde pese a haber concurrido las dos últimas elecciones autonómicas nunca ha pasado de resultados marginales. Ya tienen candidata para las municipales en Barcelona, Montse Tonda, mientras que se celebrarán primarias para elegir al líder autonómico, que salvo sorpresas volverá a ser el abogado Ramón de Veciana, un hombre procedente de la sociedad civil que ha tenido un gran protagonismo en las negociaciones con Ciudadanos. En lo que afecta estrictamente al ámbito catalán, UPyD discute incluso las posiciones frente al nacionalismo de los de Rivera, como hizo la propia Rosa Díez en una breve alusión que pasó casi inadvertida en una tribuna en El País, publicada precisamente el pasado jueves, día de la reunión en Madrid con Ciudadanos. Decía lo siguiente: "Asusta escuchar a partidos que no son independentistas cruzándose "ocurrencias" para resolver la pulsión secesionista: unos proponen un modelo federal "asimétrico" (?); otros, que Rajoy negocie una financiación "especial" para Cataluña". Lo primero, como es obvio, alude al PSOE y a Pedro Sánchez, lo segundo a unas declaraciones de Rivera en las que atacaba a Rajoy por su inacción el 9-N, por la negociación secreta con el nacionalismo llevada a cabo por su emisario Pedro Arriola y por no afrontar una reforma de la financiación autonómica por la presión de los barones del PP. La presidenta de UPyD estará en Barcelona el próximo 6 de diciembre, aniversario de la Constitución.
En este contexto de dificultades para UPyD están dando mucho que hablar las declaraciones del diputado Toni Cantó, y futuro candidato del partido a las autonómicas de Valencia, a La Sexta, en las que abogaba por "visibilizar otros liderazgos además del de Rosa Díez".