"Chaves y Griñán, bajo la lupa del Supremo por malversación", dice El Mundo. Casimiro García Abadillo le recuerda a Susana Díaz que dijo que "cualquier cargo publico de su partido que resultara imputado tendría que dejar su escaño", que no se haga ahora la loca. "La situación de estos diputados y senadores puede ser suficientemente grave como para que Susana Díaz les reclame las actas". Hala moza, a cumplir. Federico Jiménez Losantos se divierte jugando a ver "quién proclamará la república catalana en el balcón de la plaza de San Jaime". "Comprobada la cobardía del Gobierno y la neutralización del Estado Español, sólo cabe discutir el homenot que proclamará la republiqueta: Junqueras en junio o Mas en abril. Como el privilegiado magín de Moragas, Soraya, Cebrián y Godó alumbrará una estrategia para favorecer al pujolismo frente al asambleísmo esquerrano, el triunfo de ERC y Podemos es seguro. Lo peor de la república bolivariana y la republiqueta catalana es que volverán los ternos lóbregos a lo Adolfo Domínguez y Lluis Llach retrodebutará en Madrit con L'Estaca, himno podemista. El acabose".
El País oculta lo de Chaves y Griñán, como era de esperar. "El PSC ofrece un pacto a Mas que evite adelantar las elecciones". Incluso que Gobierno y PSOE estén dispuestos a "reconocer al Estado palestino" es más importante. En un rinconcito apuntan bajito: "El Supremo investigará a Chaves y Griñán por el caso ERE". Chisss. Luis Barbero impone a Susana Díaz una rectificación y unos límites. "Cuando declaren en el Supremo, los aforados lo harán en condición de imputados, frontera que la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, puso para exigirles el escaño y que causó un hondo malestar entre los afectados. Esta semana ha ido corrigiendo esta rotunda afirmación y ahora sostiene que la petición del escaño llegará si el Supremo aprecia delito en la gestión de los aforados tras su declaración. Este límite se acerca más al código ético del PSOE, que sitúa la renuncia cuando se decreta la apertura de juicio oral". Vamos que a Susana se le va la fuerza por la boca. Bueno es saberlo.
ABC dice que "el Supremo encausa a Chaves y Griñán por ser la cúpula de los falsos ERE". El periódico de Vocento no deja pasar la oportunidad de pasar factura a Susana y a Pedro por bocazas. "Susana Díaz y Pedro Sánchez son esclavos de su palabras. Tras elevar sus exigencias de responsabilidad política, no pueden ahora excluir a Griñán y Chaves de su campaña ética". Susana, tienes un problema. Álvaro Martínez nos da una mala noticia. "Queda tostón para rato" en Cataluña. Mas tiene preparado otro "calendario como tormento", ahora el 24-N. Mas es despiadado. Y avisa a Iceta, que corretea tras su presidente a ver si le cae alguna caricia, que "Mas le está utilizando para dar celos a Junqueras y aparentar que aún tiene un comodín para evitar el adelanto electoral". Su amor verdadero. "Iceta -incauto y vizcochable como un mirlo- pica y acude". Pobriño, qué papelón.
Carlos Herrera se pone serio y dice que "la pelea de épicas es un error", que lo que hay que hacer es "apelar al aburrimiento de la ley y a los datos concretos que demuestran el panorama que les espera". Y un cuerno, Carlos, el espectáculo y la chufla es lo único que nos hace soportar esta tortura china.
La Razón dice que "el Supremo ve imprescindible investigar a Chaves y a Griñán por prevaricación y malversación" mientras "el PSOE aun se piensa la expulsión". El editorial tampoco se priva de recordar a Susana y a Pedró Sánchez lo mucho que sobreactúan con los casos del PP. "El PSOE debe actuar en el caso de Chaves y Griñán con el rigor que exigen a los demás". En el tema catalán, Marhuenda sigue engañándose a sí mismo. "Mas y Junqueras rompen a pesar del 9-N", dice con candor. "¿Esperando a la sociovergencia? ¿Cambio de pareja?", si es que provoca ternura.
La Vanguardia dice que "los fiscales catalanes no ven motivo para perseguir a Mas". Ni los madrileños, hijo, pierde cuidado. Cuenta también que "el Parlament se inculpa en solidaridad con el presidente". "Asume de forma solemne y colectiva las consecuencias de una querella por el 9-N". ¿Qué querella? Si no hay ninguna querella. Pero ellos lo tenían ya preparado y no podían esperar. "¿Quién mató al comendador? Fuenteovejuna, señor ¿Y quién es Fuenteovejuna? ¡Todo el pueblo a una!". Qué monería. ¿Y esto es lo que nos quiere quitar Carlos Herrera? Ni lo sueñes, chaval.