Histeria colectiva ante el "terremoto" Podemos

"Terremoto Podemos", titula El Mundo. Dice el editorial que "España vive una transformación socio política sin parangón desde el hundimiento de la UDC", "el meteórico ascenso de Podemos confirma la voladura del modelo bipartidista", nada menos. "Los dos grandes partidos deberían tomar buena nota de este barómetro y acometer urgentemente la regeneración que reclama la sociedad. Aunque a tenor de las primeras valoraciones de los dirigentes políticos sobre este sondeo, no cabe aguardar grandes cambios". "No hay mejor ciego que el que no quiere ver", dice descorazonado, pero se pongan como se pongan el barómetro pronostica "un verdadero seísmo en la vida nacional". Victoria Prego dice que hay que ver cómo es la vida, "unos señores (…) que salen por televisión recogen toda la inmensa ira ciudadana. Son el cesto en el que cae la cosecha de la cólera". Prego receta a PP y PSOE que, si no quieren que Pablo les robe la merienda, ya pueden "meter cuanto antes el cuchillo hasta la empuñadura en sus organizaciones y comportamientos. De no hacerlo así, el retrato borroso de hoy se convertirá en una foto nítida con unos perfiles desastrosos para el país. Y ellos tendrán la culpa". Luego que no digan que nadie les avisó.

El País se lo toma con más pachorra. "Podemos se consolida como alternativa al bipartidismo". El editorial se pavonea sin rubor de que el CIS "confirma" la encuesta que ellos publicaron el domingo pese a que todo el mundo sabe que el Gobierno la filtró la semana pasada y Cebrián la copió. Qué tíos. Su valoración es como escuchar a Rajoy por plasma: "Todo coincide con los movimientos telúricos que ya se han producido en la política de otros países europeos", mal de muchos... Del PSOE dice que la "modesta renovación" ha tenido "premio", pero el PP, uy, el PP. "Recoge los efectos de no haber efectuado movimiento renovador alguno", menéate un poco, hombre. Y Rajoy, uy, Rajoy, obtiene una valoración "objetivamente baja, a la cabeza de un Gabinete que no está bien considerado -con la relativa excepción de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría-", dice como lametón a la jefa y puntapié al lugarteniente. De hecho le señala la puerta a Rajoy: "Los ciudadanos demandan cambios políticos, y el partido en el poder no emite señales suficientes de haber entendido el mensaje". ¿Captas, presidente?

"PP y PSOE, amenazados por la irrupción de Podemos", titula ABC. El editorial pronostica el apocalipsis. "Podemos revienta el panorama preelectoral", "son los temblores que anuncian un posible terremoto". El Gobierno, dice, "no debe conformarse con las estimaciones de voto", la famosa cocina que los que entienden dice que es la buena, que comerse un pollo en pepitoria es mejor que comérselo crudo, "que dan al PP el primer puesto en la encuesta, ni presumir que los abstencionistas e indecisos se decantarán por los populares cuando se sitúen ante las urnas". Que no sean tan prepotentes. Isabel San Sebastián se mesa los cabellos. Es el "hundimiento del sistema", "esto no es el fin del bipartidismo. Es mucho más que eso, es el último estertor de un modelo que se agota". Venga mujer, tómate una tila que te va a dar un patatús. "Demasiada gente en España está persuadida de no tener nada que perder y esa sensación, sea correcta o no, está reñida con la prudencia. Demasiada gente ansía mostrar en las urnas sus heridas abiertas, dar rienda suelta a la rabia, votar con las tripas". Síii, les tienen unas ganitas... Ignacio Camacho dice que "unos cuantos millones de españoles han decidido darse el gusto de votar a Podemos pase lo pase y pese a quien le pese", que se joroben. Es una "sacudida sociológica visceral, impugnatoria". La peña espera "acariciando el voto el momento de desahogar en las urnas el malestar acumulado". Igualito que los documentales de animalitos cuando el tigre acecha para saltar sobre su presa.

La Razón dice que no es para tanto, que el cordero está mejor asado. "Encuesta del CIS: el voto oculto de castigo al PP infla a Podemos". "Los populares lograrían el 27,7% de los sufragios y el PSOE subiría un 2,7% por el efecto Sánchez". ¿Veis, tontos, como el bipartidismo está vivito y coleando? El editorial dice que ni pa ti ni pa mí, que "se equivocan quienes pretenden reducir la irrupción de Podemos a una simple expresión de protesta coyuntural, presta a evaporarse al calor de las urnas, pero también quienes se apresuran a dar por finiquitado el bipartidismo". La Razón está alegre, despreocupada. "Puede considerarse razonablemente que el PP recuperará en las urnas parte de los apoyos perdidos". Y en el caso del PSOE se observa una "ligera recuperación", no seáis tan dramáticos.

La Vanguardia no lo ve así para nada. "La hegemonía de PP y PSOE salta por los aires con la fuerte irrupción de Podemos". "El terremoto se ha producido y ha cambiado el escenario político de España". Y falta un año para las generales, un año en este sinvivir, sin saber quién ha dado en el clavo. Si Rajoy se enrollara y las adelantara... sería un bonito regalo de Navidad.