Durante la noche de Hallowen, Frías, un pequeño pueblo ubicado en el norte de Burgos, hizo una representación de cómo morían los judíos en las cámaras de gas, tal y como informa Infolibre.
La función contaba con la presencia de un actor que interpretaba al médico nazi Josef Mengele, conocido por seleccionar a las víctimas que iban a ser ejecutadas en las cámaras y por sus sórdidos y macabros experimentos.
Según cuenta un activista de derechos humanos, "apareció en una de las plazas del pueblo una danza macabra de niños con la imagen de muerte que los guiaba. Los niños llevaban en el brazo una estrella de David" y, al momento, "apareció el tipo disfrazado de Mengele con el uniforme nazi y llevando a los niños a unas duchas de metal instaladas en la plaza. Les puso debajo de la duchas después de quitarles las maletas y entonces empezó a salir humo como si fuera gas. Poco después los niños se tiraron al suelo haciéndose los muertos".
Desde el Ayuntamiento popular de Frías aseguraron que el consistorio no era conocedor de la representación del gaseo de los niños y declinó la responsabilidad en la Asociación Frías Medieval, organizadora de los actos.
Por su parte la citada asociación defendió que su intención no era mofarse del Holocausto, sino sensibilizar sobre los crímenes nazis. "Nada más lejos que frivolizar, todo lo contrario, lo que queríamos era criticar a los asesinos con intención de denunciar esos hechos", explicó una portavoz de la asociación.
"Las fiestas de este año estaban dedicadas a las mentes del mal. Por eso, se eligieron varios asesinos históricos como Mengele y se representaron las cámaras de gas como una alegoría. Nuestra intención era denunciar y llamar asesinos a los que cometieron esos crímenes", añade esta misma portavoz a Infolibre.