Este martes se presentaba en Madrid el VII Informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2014 impulsado por la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA) y Cáritas. Un estudio que destaca que el 25% de los españoles se encuentra en situación de exclusión social debido a los efectos de la crisis. Con estos datos sobre la mesa, Cáritas urge al Gobierno a mejorar la capacidad redistributiva del sistema de impuestos.
Estos datos no han sentado bien. Fuentes cercanas a la Conferencia Episcopal cuentan los problemas que han tenido para publicar el informe, ya que, según dicen, han recibido presiones por parte del Ejecutivo para retrasar o suspender la publicación de estas cifras.
Precisamente otro de los problemas detectados en el informe de Cáritas es que el reducido sistema de prestaciones actual es "poco protector en el tiempo" y no lo ve adecuado para "las necesidades de los hogares en función de sus características".
El informe añade que casi un 50% de los hogares españoles se encuentran afectados "simultáneamente" por problemas de privación material y de pobreza monetaria.
Los datos de Cáritas inciden en que "el núcleo central de la sociedad española considerado en situación de integración social plena es ya una estricta minoría y en la actualidad representa tan solo el 34,3%, mientras que en 2007 superaba el 50%". Esto lo que significa, sigue el informe, es que "la población excluida en España asciende ya al 25% y afecta a más de 11.746.000 personas". De ellas, 5 millones se encuentran en exclusión severa. Además, hay que tener en cuenta que 2 de cada 3 personas excluidas ya estaban en esta situación antes de la crisis", remarca el informe.
Asimismo, se constata que "la precariedad afecta a ámbitos como la vivienda y la salud" y que de los 11,7 millones de excluidos "el 77,1% sufren exclusión del empleo, el 61,7% exclusión de la vivienda y el 46% exclusión de la salud".
Y a esto hay que añadir que en los últimos años se ha multiplicado "de forma generalizada" la vulnerabilidad de la juventud. Aunque no explica esencialmente en qué consiste un hogar excluido, dice Cáritas que "el 35% de los jóvenes vive en hogares excluidos y el 27% de los jóvenes desocupados está fuera del sistema educativo", por lo que Lorenzo ha definido a la juventud española como una "generación hipotecada".
Por otro lado, sobre el empleo el informe señala la existencia de una "generación expulsada" de trabajadores, que han visto cómo mermaba el tipo de puesto que desempeñaban y cuya cualificación es escasamente aplicable en otros sectores. Concretamente, en la actualidad "la tasa de trabajadores excluidos se sitúa en el 15%", lo que lleva a la conclusión de que hoy en día "el trabajo deja de ser un espacio de consolidación de derechos para convertirse en un espacio de vulnerabilidad y de pérdida de capacidad económica, social y personal".