El Gran Wyoming fue entrevistado este sábado en La Sexta Noche y fue preguntado, entre otros asuntos, por sus 16 pisos en Madrid y por sus irregularidades con Hacienda -tuvo que pagar 910.000 euros al fisco-. En su momento, alegó que "los papeles los llevaba una gestoría" y que ellos eran los encargados de "interpretar las normas".
Imaginemos qué pasaría si uno de los enemigos clásicos de Wyoming -un empresario, un político del PP, o un periodista de derechas- se encontrara en una situación así. El programa que conduce, El Intermedio, dedicaría monográficos a explotar la historia. El presentador llenaría horas de televisión con sus bromas, sus denuncias y sus críticas. Sin embargo, el personaje en cuestión no responde al nombre de Arturo Fernández o Esperanza Aguirre, sino al de José Miguel Monzón. O sea, Wyoming.
Así, sobre sus pisos, dijo: "Eso de que soy rojo habría que verlo. Ellos -los medios de derechas- te definen. ABC saca las propiedades que tengo; también podrían sacar las de sus suscriptores. No sabía que era un diario anticapitalista".
Más agresivo se mostró cuando tuvo que referirse a sus problemas con Hacienda: "Yo no soy especulador inmobiliario. Gano pasta y lo invierto en España. Es más cómodo llevárselo a un paraíso fiscal. Yo tenía una sociedad, una productora, que en su día estaba bien y, de repente, cambió el criterio y ahora está mal. Me metieron un puro que alucinas. Yo he pagado eso. He recurrido y ahora me han dicho que está perdido, pero yo no he defraudado. He pagado todo lo que me correspondía", añadió.
Hacienda reclamó a Wyoming 910.000 euros -en La Sexta no habló de esta cantidad, pero numerosas informaciones hacen referencia a ella y nunca la ha negado- por tributar a través de una sociedad cuando, en realidad, debía hacerlo por el IRPF. El presentador es administrador único de la sociedad Asuntos y Cuestiones Varias, con sede fiscal en Madrid. En 2011, el total de los activos de este ente ascendían a 2,86 millones de euros, con un resultado positivo de 603.171 euros. En paralelo, la empresa asignó al showman un sueldo anual de 102.320,04 euros.
Las explicaciones
De todo esto, lo más escandaloso no es la deuda con Hacienda o el supuesto error de la gestoría, sino la distancia que existe entre lo que predica y lo que hace José Miguel Monzón. Por ejemplo, cuando dice que no es "especulador inmobiliario" y que lo que hace es "invertir en España". Cualquiera diría que ha montado una empresa en la que da trabajo a decenas de jóvenes. Pero no, Wyoming utiliza el dinero que gana para comprar inmuebles, con la idea de que estas propiedades se revalorizarán. Todo esto es perfectamente razonable, pero ¿qué diría el presentador si se descubriesen estas propiedades en uno de sus enemigos? ¿Cómo se denomina a una persona con 16 propiedades inmobiliarias? Pues especulador inmobiliario, una actividad muy legítima. Lo malo no es ser "especulador inmobiliario", lo malo es criticar a los demás por hacer lo mismo que tú haces. Eso es hipocresía.
Del mismo modo, hay cientos de empresarios que crean sociedades personales para intentar reducir su factura con el fisco. Luego queda a criterio de Hacienda determinar si esto es compatible o no con las disposiciones legales. Lo curioso es el lenguaje de Wyoming. Por ejemplo, cuando dice que el problema es de la "gestoría" parece que se refiere a una de esas pequeñas gestorías de barrio que por 40 ó 50 euros al mes ayudan a los autónomos. ¿Es ése el caso o nos encontramos ante un asesor fiscal que cobran miles de euros por minimizar la factura tributaria de sus clientes millonarios? Con 16 propiedades e ingresos anuales millonarios, todo apunta a esta segunda posibilidad. Aunque Monzón no lo aclara.
Además, la excusa de que él no sabía lo que hacían sus gestores es la habitual en otros personajes que tienen problemas con Hacienda. De hecho, habrá miles de españoles que se habrán encontrado con que el criterio que aplicaron al pagar impuestos no era admitido por los hombres de Montoro (por ejemplo, un autónomo que se deduce una compra al 100% y luego le dicen que sólo puede deducirse un porcentaje menor). Aquí, de nuevo, nos encontramos con el doble lenguaje: qué habría dicho Wyoming si uno de sus contrarios hubiera sido pillado pagando un millón de euros menos a Hacienda. ¿le habría dado el beneficio de la duda que reclama?
Lo mismo podríamos decir de cuando asegura que él no es "un defraudador" porque ha pagado a Hacienda. Eso lo podrían alegar todos los implicados en problemas con el fisco. Claro que han pagado, pero porque les han pillado. Así, la situación que ha vivido Wyoming (pagó a Hacienda por debajo de lo que le correspondía) puede interpretarse de dos formas:
- Wyoming sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Si es así, es un defraudador y pagó sólo porque le pillaron.
- La interpretación más amable apunta a que fue un error. Wyoming se apuntó sus ingresos a través de una sociedad. De esta forma, pagaba por el tipo de Sociedades y no por el IRPF, siendo aquél bastante más reducido. Luego, Hacienda le aclaró que esto no se podía hacer.
Pues bien, si admitimos la segunda explicación, la que defiende Monzón, entonces tendremos que admitir que éste, tradicional azote de las políticas liberales de reducción de impuestos, intentó minimizar su factura a través de una sociedad. No lo hizo en un paraíso fiscal, pero la maniobra es similar: intentar estirar al máximo las posibilidades que da la ley para pagar menos a Hacienda. De nuevo, algo bastante habitual en la realidad económica española (y que no tiene por qué ser ilegal ni inmoral) adquiere un matiz muy distinto cuando se pone a la luz del discurso del presentador de El Intermedio: ¿qué diría de una persona que paga menos a Hacienda porque desvía sus ingresos a través de una sociedad instrumental? Y no hablamos de unos pocos eurillos. Es casi un millón de euros. Para ser un problema de interpretación le ha salido bastante caro.