El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha querido contestar directamente a las preguntas de los periodistas desde Bruselas sobre los presuntos casos de corrupción de su partido. El mismo día en que se ha sabido que el juez de la Audiencia Nacional eleva a 1,7 millones el pago que el PP realizó en negro para costear las reformas de su sede, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a manifestar que espera "que nunca jamás se vuelvan a producir estas cosas".
El presidente ha asegurado que, por su cargo en el Gobierno, debe ser "especialmente prudente" y limitarse a expresar su respeto a la Justicia, y ha añadido que se están "tomando todas las medidas para que estos acontecimientos no se puedan producir en el futuro". "Espero que nunca jamás se vuelvan a producir", ha insistido.
En concreto, ha defendido el debate en el Congreso de dos proyectos de ley contra la corrupción, la ley del alto cargo y la de control financiero de los partidos, donde se podrá meter un "paquete de medidas" para mejorar la calidad democrática.
Además, ha apostado por dar instrumentos a la Justicia "para que estas cosas se sepan", todos los asuntos "salgan a la luz" y para que actúe "castigando a los culpables y reconociendo a las personas que son inocentes". Era la primera pregunta al presidente del Gobierno sobre la imputación de Ángel Acebes por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que le imputa indiciariamente un delito de apropiación indebida por "su responsabilidad respecto al eventual conocimiento y autorización" de la compra de acciones de Libertad Digital con cargo presuntamente a la 'caja B' de los 'populares', y por el hecho de que estos fondos acabaran "siendo detraídos por sus iniciales destinatarios aprovechando estos la opacidad de los mismos".