Díez años después, las tropas españolas volverán a pisar suelo iraquí. Así lo va a aprobar este miércoles el Congreso de los Diputados, que ha coincidido de forma casi unánime en la necesidad de que las Fuerzas Armadas españolas se involucren en la coalición internacional contra Estado Islámico.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, explicó que los 300 militares españoles que serán enviados al país estarán desplegados en la zona de operaciones entre los meses de diciembre y enero, y que la misión tendrá una duración de seis meses que se podría prorrogar según las exigencias de la misión.
Un primer grupo de 95 instructores en desactivación de explosivos improvisados (IED) formará a militares iraquíes en la localidad de Tallil, a las afueras de Nasariyah. Un segundo grupo de 96 militares españoles de operaciones especiales adiestrarán en estas técnicas a militares locales en otra base del sur de Irak, cuya ubicación exacta todavía no es conocida.
Una veintena de oficiales estarán desplegados en los Cuarteles Generales de la misión, que tendrán su sede principal en el vecino país de Kuwait, mientras que otros 80 militares estarán destinados a mando y control, inteligencia y protección de la fuerza.
España también facilitará a Estados Unidos el uso de las instalaciones militares de uso conjunto, en función del acuerdo bilateral entre ambos países. En total, el corte de la operación española contra Estado Islámico está cifrado en 35 millones de euros.
Pedro Morenés recordó durante su exposición que Estado Islámico quiere implantar un califato que ocupe desde Viena (Austria) a Bangui (República Centroafricana) de norte a sur y de Dakar (Senegal) hasta Islamabad (Paquistán) de oeste a este, y que para ello cuenta con cerca de 30.000 combatientes, de los que aproximadamente 12.000 provienen de países occidentales.
Sobre estos últimos, dijo que pueden representar un serio problema para nuestra estabilidad, ya que a su regreso a los países occidentales podrían cometer atentados de corte yihadista gracias a la instrucción recibida por Estado Islámico.
El ministro destacó que los yihadistas cuentan con amplio material bélico, como carros de combate y artillería de todo tipo, robado al Ejército regular iraquí o facilitado por militares de este país asiático que han cambiado de bando, y que además cuentan con mucho dinero, tras la apropiación de más de 400 millones de dólares que había en el banco de Mosul.