La Audiencia Nacional ha concedido un permiso de cinco días a Antonio Toro, condenado por participar en la trama asturiana de tráfico de explosivos utilizados en el 11-M, basándose en su buena conducta en prisión y en que ha disfrutado ya de otros tres permisos en casa de su madre sin incidentes.
En un auto, la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en contra del criterio de la Fiscalía, entiende que Toro, que cumple una condena de 18 años de cárcel por tráfico de drogas y tenencia de explosivos, cumple los requisitos para la obtención de este permiso porque "presenta una conducta correcta" y "ha participado en numerosos cursos formativos laborales".
Además, ha "obtenido ya tres permisos, que disfrutó en el domicilio de su madre, que sigue dispuesta a acogerle, sin que conste que se haya producido incidente alguno". Hasta el momento, "el penado tiene buen comportamiento (...) y participa en el módulo convivencia-respeto con eficiencia y normalidad", reitera la Sala, al señalar también que se trata de un preso clasificado en segundo grado, que ha cumplido la cuarta parte de la condena.
La Fiscalía al oponerse al permiso alegó que estas concesiones tienen como finalidad "preparar a los reclusos para la vida en libertad, y en este caso la lejanía del momento en que cumplirá las tres cuartas partes hacen que se desvirtúe esa finalidad".
Frente a este argumento, el tribunal -Manuela Fernández de Prado, Ramón Sáez Valcárcel y Nicolás Poveda-, recuerda que "efectivamente" se encuentra cumpliendo cuatro condenas por delitos contra la salud pública y por tenencia de explosivos, con una pena total acumulada de 18 años, por lo que no habrá cumplido la mitad de la condena hasta abril de 2013 y no la extinguirá hasta 2022.
"Sin embargo, pese a ello, debe tenerse en cuenta que los permisos de salida conceden al interno una facultad de actuación que pretende responsabilizarle por sus decisiones, le impone concretos deberes de reingresar en el centro en el plazo señalado y de observar las reglas de conducta que se le impongan", consideran.
Explican que de esta manera "los permisos permiten comprobar con rigor la evolución del condenado y el avance del tratamiento", por lo que preparar "a los penados para la vida en libertad no es el único fundamento para la concesión", en respuesta a la alegación de la Fiscalía.
Los magistrados no encuentran por tanto "motivos suficientes para suspender ahora el disfrute de los permisos, que ya se había iniciado, por lo que se estima procedente mantenerlo".
La Sala ha adoptado esta decisión al resolver un recurso de apelación de la Fiscalía contra el auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional por el que se le concedió este permiso de cinco días.
El juez de vigilancia penitenciaria, José Luis Castro, se lo otorgó al admitir un recurso de queja de Toro contra el acuerdo de la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario en el que cumple condena, por el que se le denegó en un principio.