Eduardo Pascual Arxé, ex directivo de Vitalia -asesor según él-, exbanquero y socio de Fortia Vida, imputado en el caso de los ERE y uno de los que más tiempo ha permanecido en la cárcel por orden de la juez Alaya, sigue "cantando". La mutua Fortia Vida recibió 98,5 millones de la Junta de Andalucía para prejubilar a trabajadores con cargo al fondo de reptiles pero tuvo que entregar tres millones de euros al PSOE. El dinero lo entregó Antonio Garrigó Pérez, también accionista de la mutua catalana con un 7,19%. Según Pascual declaró a Alaya, lo que se sabía hasta ahora era sólo la punta del iceberg del caso.
Eduardo Pascual es situado por la juez Alaya en la cúspide del ‘holding’ Vitalia, del que formaba parte Fortia Vida, que se habría lucrado presuntamente con el negocio de los ERE. Pero Pascual insiste en que no ha sido administrador de sociedades ligadas a Vitalia.
Pascual ya declaró a finales de septiembre que Fortia Vida estaba controlada por el Partido Socialista de Cataluña -PSC- en la práctica. Ahora, publica El Mundo, que Garrigó le confesó que hizo la donación a cambio de que la Junta adjudicara a la mutua parte del negocio de los ERE.
El PSOE andaluz ha denunciado a Pascual por injurias y calumnias a pesar de que este se ha reafirmado en todo ampliando que los tres millones entregados al PSOE equivalían al 3% del importe que debía captar Fortia Vida, sin aportar pruebas documentales.
En su declaración anterior, Pascual, que está acusado de tres delitos continuados de cohecho, malversación y prevaricación, además de asociación ilícita, entre otros, nombró a los empresarios y abogados Cruz Apestegui, Jesús Barderas, Antonio Garrigó y Eduardo Bajet, que supuestamente invirtieron el dinero recibido en los hoteles de Centroamérica. Pero Eduardo Bajet ha desmentido tajantemente su implicación y aportó más de 200 páginas de documentación ante el Magistrado-Juez y el Ministerio Fiscal de la Audiencia Nacional en que se detallaba toda su labor profesional en el proceso de liquidación de las mutuas controladas por Eduard Pascual.
Según Pascual, en 2006, cuando la Generalidad de Cataluña estaba gobernada por el PSC, se hizo la operación de fusión de las mutuas Personal Life y Norton Life que dio lugar a Fortia Vida. Fue entonces cuando Garrigó admitió que la futura mutua se había asegurado 100 millones de euros de la Junta y que él ya le había adelantado tres al PSOE.
Cruz Apestegui Cardenal, también socio protector de Fortia Vida, con un 8,38% del fondo mutua, estuvo casado con una hermana de Jesús Barderas, el empresario español afincado en República Dominicana amigo de Felipe González y que, según declaró Pascual ante la juez Alaya, "lleva todo el tema de inversiones internacionales en Sudamérica" de empresarios vinculados al PSOE. Barderas estuvo en su día estrechamente vinculado al difunto empresario Enrique Sarasola, otro de los amigos del ex presidente González.
Por simple afinidad con el PSOE
La tesis que defiende Pascual es que la Junta tenía un fondo de reptiles que usaba de espaldas a los controles de la Intervención para prejubilar a trabajadores con fondos públicos. Los fondos se repartían con plena arbitrariedad. En muchos de esos ERE se incluyeron intrusos, es decir, por simple afinidad con el PSOE o sus dirigentes o con el Gobierno andaluz o sus altos cargos. La Junta podría haber optado por gestionar ella misma el pago de las prejubilaciones o subcontratarlo con compañías de seguro y mutualidades que fue lo que hizo.
Fortia Vida, que no podía operar fuera de Cataluña, era una de las entidades externas a las que la Junta recurrió para asegurar el pago de las prejubilaciones recibiendo 98,5 millones de los 855 del total de este "fondo de reptiles". Fortia Vida utilizó a Plárrega Invest 2000 SA, una sociedad cotizada en la Bolsa de Barcelona, para presuntamente ir desviando el dinero que debía pagar a los prejubilados e invertirlo, entre otros sitios, en el Caribe.
Después de prestar dinero a Plárrega, ésta traspasó los fondos a otras sociedades de la trama como Inmowellins o Aulaga que, a su vez, realizaron préstamos a otras sociedades o a personas físicas, entre ellas Antonio Garrigó. El dinero prestado a éste fue el que acabó en el PSOE. Garrigó nunca devolvió los préstamos porque le fueron condonados.