Cualquiera que viera a José Ramón Bosch en el vestíbulo del elegante y céntrico hotel madrileño en el que nos cita podría pensar que es quien efectivamente es: un directivo de una multinacional del sector químico con cincuenta personas a su cargo en España y Portugal, padre de familia y licenciado en Geografía e Historia y en Marketing. Más difícil sería averiguar que militó veinte años en el PP "me fui en 2008 por motivos políticos y personales que ahora no vienen al caso" y, salvo que se le reconozca por sus numerosas apariciones televisivas, que desde abril preside Societat Civil Catalana (SCC) "todo nació tras la cadena humana de 2013, un grupo de amigos creamos una asociación de historiadores, Somatemps, y hasta aquí hemos llegado después de muchas cosas".
Usted ha dicho en varias ocasiones que "falta ilusión ante un proyecto común de España". Eso señala a La Moncloa, a Ferraz, a ambos sitios...
Señala a la sociedad española. En momentos de dificultad los españoles siempre hemos logrado impulsar un proyecto común, más allá de los políticos. Estoy pensando en los agentes culturales, que son los que tienen que dar una base real a España: actores, artistas, el mundo de la cultura en general. Falta ilusión desde abajo, luego vendrán los políticos.
En el medio año que lleva como presidente de SCC ha tenido ocasión de entrevistarse con muchas personalidades, singularmente Mariano Rajoy y Artur Mas. Albert Rivera sostiene que hay un pacto no escrito entre ambos, ¿lo cree plausible?
No. Creo que hay mucha improvisación por todas las partes, sobre todo en las filas independentistas que son, al fin y al cabo, quienes han lanzado el órdago. Esto a Rajoy le sorprende, y tiene que elaborar rápidamente un plan de respuesta. Nadie piensa, en principio, que un representante del Estado pueda actuar contra la legalidad. En la entrevista en La Moncloa, y aunque parezca una obviedad, vi a una persona muy firme frente a la amenaza secesionista. Como le digo, entre los independentistas hay una gran improvisación, como pone de manifiesto la larguísima reunión del día 3 entre los partidos favorables al 9-N. Intentaron transmitir que todo sigue igual, cuando todos sabemos que no es verdad. El hecho de que el representante de ICV en el Consejo de Control de la consulta [Joaquim Brugué] haya renunciado es un dato muy significativo de por dónde van los tiros...
...¿cree que es la primera de una serie de deserciones?
Sí. Yo creo que la primera retirada estratégica la van a protagonizar las CUP, van a ser los primeros en romper este tactismo. Mire, lo que pasa en Cataluña es tactismo puro, teatro, ahí están todos los partidos pro 9-N. ¿Ese día qué va a pasar? Nada. Habrá fiesta, eso sí. La ANC sacará las urnas y se producirá lo que nosotros llamamos el butifarrendum . Hay cierto miedo ahora a que te señalen como traidor, a ver quién da el primer paso: si lo dará ICV, si será Unió...
...Unió ya ha acordado dar libertad de voto si se celebrase la consulta a sus militantes.
Sí, pero todavía no ha salido del todo de la fotografía. También hay voces discordantes en CDC, como la de Santi Vila, el conseller de Infraestructuras, que ha dicho en más de una ocasión que la ruptura no es buena, pero no hay nadie que se atreva a dar el paso definitivo. Por eso creo que la ruptura vendrá del lado de los más radicales cuando constaten que todo ha sido un engaño, de las CUP. A partir de ahí el proceso se disolverá como un azucarillo y los partidos que lo han promovido terminarán tirándose los trastos a la cabeza.
Esas urnas, aun de mentira, en la calle el 9 de noviembre, pueden tener un impacto mediático muy grande, sobre todo fuera de España. ¿Le preocupa?
Eso es lo que buscan, la internacionalización del proceso. Han trabajado muy bien en ese aspecto, aunque saben que en realidad no tienen nada que hacer. Lo han hecho a través de asociaciones como Diplocat, han tratado muy generosamente a todos los corresponsales extranjeros, con muchas entrevistas, dándoles mucha coba, no estoy diciendo que les hayan dado dinero, aunque todo puede ser y nos podríamos encontrar sorpresas importantes pronto. También han trabajado muy bien en el ámbito de las universidades. Pero insisto: saben perfectamente que no tienen nada que hacer con la UE ni con la comunidad internacional.
Usted se entrevistó con Mas el 30 de junio, ¿le ha sorprendido alguno de los pasos que ha dado desde entonces?
No, estaba todo escrito. Nos dijo que intentaría llegar al 9-N por todos los medios pero que no se saltaría la legalidad. La está bordeando constantemente pero sin dar el último paso. Ya ha visto lo que ha dicho el conseller de Presidencia y portavoz del Gobierno, Quico Homs, que si la semana que viene no se levanta la suspensión provisional del decreto y la Consulta pues ellos pensarán qué hacen. Están ganando tiempo, pero no van a llegar a más.
A Rajoy, con el que también se reunieron en La Moncloa, se le reprocha inacción ante el proceso.
A mí me sorprendió gratamente en la distancia corta. El presidente del Gobierno de España tiene una papeleta muy difícil, no puede echar gasolina al fuego, que es lo que esperan los independentistas. Ellos no quieren hacer ningún referéndum, lo que buscan es provocar. Les encantaría que la cabra de la Legión bajase por la Diagonal, que apareciese la Guardia Civil y que el Companys de turno acabase en el barco Uruguay, es decir: a Mas encarcelado en la Modelo. Eso es lo que les permite movilizar a la gente, también saben que de momento les han movilizado para una fiesta, para cogerse de la mano y ondear banderas, todo muy festivo y muy familiar, pero los catalanes no van a dar ningún paso más hacia ningún tipo de revuelta ni de huelga general ni de acciones que puedan afectarles al bolsillo, eso lo tienen muy claro. Más allá de unos cuantos radicales, que los hay. Rajoy lo está haciendo bien, aplicando la Ley. Es cierto que se puede echar en falta un discurso más propositivo, pero como le decía antes eso es también responsabilidad de la sociedad, y para eso hemos nace SCC. Somos un grupo con gente de varias ideologías, pero nos sentimos españoles y no queremos la secesión.
A veces se tiene la impresión de que el constitucionalismo respira aliviado con Artur Mas frente al espantajo de Oriol Junqueras, quien sí parece capaz de salir al balcón y al que le sonríen los sondeos.
Cuando viajo por España mucha gente me dice que a ver si gana ERC y a la burgesía catalana le entra el miedo en el cuerpo. Supongo que eso es lo que teme la gente que detenta el poder en Cataluña, no me imagino al Conde de Godó, estando bajo la égida de un Gobierno de ERC, ni al señor Oliu [Josep] ni a muchos otros. Es cierto que Junqueras no es tonto, sabe cómo actuar en cada momento, pero detrás tiene a un partido asambleario que le va a ocasionar más problemas que otra cosa. Cuando ERC te abraza es el abrazo del oso, no hace falta poner muchos ejemplos. En cualquier caso puede ganar, pero no por mayoría absoluta, y tampoco creo que CIU le regale el Gobierno.
Pase lo que pase el 9-N y después, haya o no elecciones autonómicas y se les quiera dar o no un carácter plebiscitario, lo inexorable es que en mayo habrá en Cataluña, y en toda España, elecciones municipales. Un opinador relevante como Luis Garicano ha dibujado un escenario muy inquietante para esos comicios, que a su juicio podrían precipitar la independencia y de manera violenta. ¿Es ciencia ficción?
Yo no creo que haya violencia, pero la chispa puede prenderse en el momento más insospechado. Cierto dirigente nacionalista ha dicho en privado que algún mártir es lo que les daría visibilidad a nivel internacional, esperemos no llegar a eso. Es cierto que las municipales van a ser el gran asalto al poder y a partir de ahí puede que haya una declaración unilateral de independencia.
El papel de Pablo Iglesias en Cataluña
Podemos ya ha anunciado que no concurrirá a las municipales como partido, aunque sí apoyando coaliciones como Guanyem Barcelona. ¿Qué papel puede jugar en Cataluña la formación de Pablo Iglesias, que en las europeas tuvo un gran resultado, también en esa región?
Podemos puede jugar un papel importantísimo, puede alterar decisivamente la situación. En Cataluña se da un fenómeno muy curioso: ERC es percibido por muchísima gente como un partido antisistema,que está en contra de "la Casta", que protesta contra la monarquía, etc. Por eso Podemos puede restarle muchos votos. No olvidemos que ERC en las últimas elecciones europeas sacó muy buenos resultados en las poblaciones del Baix Llobregat, que es un granero de votos tradicional de la izquierda, pero de la izquierda española, del PSC, de ICV e incluso de Ciutadans. Otra cosa es que, hoy por hoy, Podemos en Cataluña parece que está en manos de gente secesionista. Es un fenómeno a tener en cuenta.
¿Qué le parece la Tercera Vía federal que apadrina Pedro Sánchez y que respaldan intelectuales como Ignacio Escolar o Almudena Grandes?
Las terceras vías nacen en vía muerta. No es eso lo que necesita España. Necesitamos un proyecto común más allá de diferencias políticas. En Cataluña esa Tercera Vía no la encabezan precisamente socialistas federalistas, sino la gente de Unió que siempre ha sido profundamente desleal a España. En privado dicen otra cosa, pero luego no son capaces de repetirlo en público. Es cierto que hay un intento de conjugar a la izquierda con el nacionalismo moderado. Alguna solución habrá que buscar, desde luego.
Usted advierte que si los nacionalistas siguen ganando terreno Cataluña será independiente. ¿Estamos cerca de ese escenario?
Yo vivo en el interior de Cataluña, lo que quiere decir que ya vivo en la independencia. En mi pueblo no hay una bandera española en cuarenta kilómetros a la redonda. Hay esteladas en lugares públicos y también en muchas casas privadas. En los colegios e institutos hay un adoctrinamiento real, España es percibida como un concepto antiguo, caduco y antinatural incluso, como un Estado opresor. En según qué zonas, por tanto, ya no se puede estar peor. Pero yo soy optimista. El gran asalto del independentismo ya no es Olot, Banyoles, Figueras o Manresa sino es donde vive la inmensa mayoría de la población, en el Baix Llobregat, tanto el barcelonés como el tarragonés, donde se concentran cuatro millones y medio de catalanes muy reacios a la independencia pero donde ahora se están abriendo grandes grietas ideológicas. Lo hemos vistos estos días en Badalona con personajes como Karmele Marchante a la que aquí en Madrid se le da gran crédito pero que es una agitadora del mensaje de que ustedes los madrileños son unos ladrones. Es muy contradictorio que haya tantos catalanes independentistas que triunfen aquí y sin embargo gente que no es independentista en Cataluña es señalada como fascista, como ocurrió con Federico Jiménez Losantos. Es increíble la permisividad de Madrid con estas cosas.
¿Qué acciones van a llevar a cabo después del 12 de octubre?
Vamos a presentar un Informe económico que expondrá una serie de indicadores en caso de secesión, como el del paro, la moneda y otras cuestiones. Lo han trabajado economistas muy prestigiosos y estoy seguro que va tener un gran impacto. Es importante visibilizar que la independencia no serán sólo bondades como dicen los independentistas. Queremos ser positivos, es cierto que Cataluña es la comunidad que más contribuye en términos netos al Estado, pero eso significa que nuestro índice de consumo y nuestro nivel de vida y nuestro PIB es el más alto de España y uno de los más altos de Europa, lo que significa que nos ha ido bien juntos. La independencia provocaría un efecto muy destructivo para Cataluña, y también para el resto de España. Si los catalanes nos vamos será un mal negocio para todos.