Pablo García Ribado, conocido como el violador del portal, abusó presuntamente de al menos dos mujeres, entre ellas una menor de edad, haciéndose pasar por fisioterapeuta con una identidad falsa, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
Estas mismas fuentes han precisado que el modus operandi de este individuo era anunciar sus servicios a través de unas octavillas que él mismo había elaborado y que distribuía por locales de los municipios de Torija y Trijueque, ambos en Guadalajara. También colocaba estos anuncios en farolas de la zona.
En concreto, estas mismas fuentes han añadido que la identidad falsa con la que se anunciaba era la de Carlos Uribe. Establecía contacto con sus clientes a través del teléfono móvil y concertaban la cita.
Podría haber más denuncias a raíz del arresto
Según las denuncias que obran en poder de la Guardia Civil, García Ribado obligaba a sus víctimas a desnudarse integralmente independientemente de la dolencia que tuviesen. "Aunque llegasen con un dolor de tobillo le decía que se quitase toda la ropa", relatan a Europa Press las fuentes consultadas.
Durante el tratamiento, el arrestado realizaba todo tipo de tocamiento incluyendo las partes íntimas de las mujeres. A raíz de su arresto, los investigadores confían en la posibilidad de que se presenten nuevas denuncias contra esta persona.
Pasó en prisión 17 años y 41 días y quedó en libertad a finales del año pasado gracias a la derogación de la doctrina Parot que le mantenía en la cárcel. Tras recuperar la libertad se instaló en la localidad de Trijueque.
La detención de esta persona se realizó en torno a las 16:30 horas de ayer jueves en una calle de la urbanización La Beltraneja cuando se dirigía a un domicilio a prestar sus servicios como fisioterapeuta. Las mismas fuentes consultadas detallan que acudía a atender a dos ancianos.
La Guardia Civil continúa con la instrucción de diligencias que serán remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de los de Guadalajara. Otro de los beneficiados por esa sentencia, el llamado violador del estilete, que salió de la prisión de Villabona (Asturias) en diciembre, fue detenido en abril por intentar agredir sexualmente a la entrada de su domicilio en Lugo.