Tan sólo dos días después de que Artur Mas consumara un nuevo desafío con la creación de la junta electoral del 9-N, uno de sus miembros, el profesor Quim Bruguer, decidió dejar el cargo. Bruguer explicó que se iba porque, a su juicio, no se incluían las suficientes "garantías democráticas". Pese a a lo tibio de la crítica, nada más anunciar la decisión le empezaron a llover los ataques en las redes sociales. Bruguer contestó en un primer momento diciendo que "aunque no le creyeran", a él le gustaría "contribuir a la consulta, pero no a cualquier precio". La aclaración no sirvió de nada y finalmente Bruguer ha claudicado, harto de ser vilipendiado en la red.
Según anunció a última hora del miércoles, ha decidido abandonar la red social. Tras despedirse de sus seguidores, afirma en su último tuit, con evidente enfado: "Todos aquellos que piensan que soy un idiota, utilizado, distorsionado y manipulado: Tenéis razón".
Tots aquells que penseu que soc un idiota, utilitzat, distorsionat i manipulat: TENIU RAÓ
— Quim Brugué (@QuimBrugue) octubre 8, 2014
Pocas horas antes, el propio Bruguer revelaba en El País que también había sido increpado en la facultad al grito de "traidor".