El Mundo cuenta que "el médico de familia le dijo que era gripe y el Carlos III no valoró el ébola" y dice que "los médicos apuntan a la poca formación: 'mañana me toca y no sé ponerme el traje'". ¿Y no habrá pensado este sanitario en cogerse una baja? Además, lleva una entrevista con la enfermera contagiada. "Seguí los protocolos, no salí preocupada". La foto de portada es para Teresa y su perro. "María Teresa junto al perro que van a sacrificar. La crisis del ébola tiene un protagonista inesperado en Excalibur, el can de Teresa que debe ser sacrificado por orden de la Comunidad de Madrid. Javier Limón, pareja de la auxiliar infectada, emprendió ayer un campaña para evitarlo". Uf, eso nos tranquiliza. Eso significa que tanto él como su mujer están bien de salud.
Casimiro dice que ayer ya preguntó cómo es posible que una persona que estuvo en contacto directo con el ébola fuera con fiebre al hospital y la largaran a su casa sin más, pero como nadie le dio una respuesta insiste hoy a ver si hay suerte. "Tampoco hoy tenemos una explicación satisfactoria al respecto". Tampoco la directora general de Salud, Mercedes Vinuesa, a quien ayer le tocó el marrón de dar explicaciones en el Congreso en una comparecencia que ya estaba prevista, "despejó dudas sobre el asunto". De hecho dijo que ella no entra en consideraciones políticas, como si fuera directora general por oposición. Eso sí, ofreció la generosa ayuda del Ministerio a la Comunidad de Madrid para resolver el caso, como cuando la vecina te da un poco de sal. "Aunque el modelo español contemple una Sanidad descentralizada, el gobierno de la nación es el encargado de dirigir la investigación y de proponer soluciones". "Ana Mato tiene la obligación de dar la cara cuantas veces haga falta para que se conozca el desarrollo de los acontecimientos". Que deje de hacer el Pilatos.
Federico Jiménez Losantos está preocupado por la imagen que estamos dando. "La gestión de un caso de torpe publicidad política, que es lo que ha sido la repatriación de los misioneros, nos coloca, al menos en apariencia, en el Tercer Mundo. ¿Injustamente? Sí. Pero ahí". Y que nadie se haga el sueco, "la irresponsable gestión" de lo de los misioneros "es un fracaso colectivo, político y profesional, donde nadie se salva".
Santiago González dice que en la comparecencia de Ana Mato "no todo fue catastrófico. Por ejemplo, el hecho de comparecer vestida de negro revelaba una sensibilidad hacia la gravedad del asunto que es preciso tener en cuenta (…) La ministra está amortizada". Y eso que "el PSOE no pide aún la dimisión". ¿Tienen planeado someterla primero a tortura? Finalmente, Raúl del Pozo tiene una moraleja para Rajoy. "Los políticos buscan la luz de la tele como los mosquitos las bombillas para hacer propaganda, pero esta vez les ha estallado la cámara en lo ojos. Acaban de hacer el ridículo ante el mundo entero: en vez de salvar dos vidas, han terminado amenazando con la peste a miles de ciudadanos". Una jugada maestra, sí señor.
El País destaca que "la contagiada de ébola hizo vida normal en su barrio durante 10 días". "Una cadena de errores cuestiona la actuación en el caso ébola". Ellos han entrevistado a la administradora del edificio donde vive Teresa y les ha aportado su terrorífico titular. "Tenemos miedo y nadie nos dice nada". También se moja El País en el dilema del perro. "El perro 'Excalibur' será sacrificado", dice. "El mayor experto en ébola en canes reclama que no se mate al animal". Caramba, si lo dice el mayor experto en ébola perruno en el mundo mundial habrá que pensárselo. "La comunidad de Madrid tiene previsto sacrificar a Excalibur", señala el periódico apenado. Pues si la orden la ha dado la Comunidad de Madrid, El País es capaz de adoptar al perro para llevarles la contraria. Prisa le hinca el diente a Ana Mato, a ver si esta vez se cobra la pieza. Milagros Pérez Oliva dice que "la crisis es fenomenal y su gestión requiere, además de la máxima capacidad técnica y científica, de una dirección política sólida, de la que lamentablemente carecemos. La ministra Ana Mato es seguramente la titular menos competente que ha tenido la cartera de Sanidad" y lejos de tranquilizar es "un factor de alarma adicional (...) El riesgo ahora se llama Ana Mato". El editorial va más allá. "El manejo de la información de Ana Mato ha sido poco tranquilizador", así que ante esta calamidad de ministra, Rajoy "debería asumir la dirección de la crisis con el nombramiento de un comité científico y técnico de nivel".
La Razón pone en marcha la operación maquinista del AVE. La responsable es la enfermera, el Gobierno lo ha hecho todo bien. "Teresa se contagió de ébola con el cadáver de García Viejo". "La investigación apunta que se infectó al quitarse el traje tras recoger desechos". También se hace eco en portada de la alarma perruna. "Javier Limón hizo campaña en las redes desde la habitación del Carlos III para que no sacrificaran a su perro Excalibur". Es que el aislamiento es muy malo. ¿Están seguros de que ser caso sospechoso de ébola no afecta a las facultades mentales? El editorial dice que no hay que subirse a la parra, que "no hay riesgo de epidemia", que "en estos momentos hay que evitar el alarmismo", y, "sobre todo, el alarmismo político interesado".
ABC los ha contado y "cinco errores en cadena precipitaron la crisis del ébola". Es el único periódico que no ha llevado al perrito a su portada, qué falta de sensibilidad. Como La Razón, apunta a la enfermera, pero aquí la negligencia no fue al quitarse el traje, sino que "la auxiliar pudo infectarse al tocarse la cara". El editorial pide eso tan de moda de que ahora toca "hacer Política con mayúsculas", aunque ellos sólo ponen en mayúsculas la P. "No es el momento de partidismos, hay que ofrecer una imagen de unidad y apoyo constructivo". Gistau vivió ayer en sus carnes la politización en ciernes. Cuenta que fue a un debate de la tele y no alarmó ante la llegada del Anticristo. "Esas apelaciones a la sensatez me valieron, durante una pausa publicitaria, el chiste de que se notaba que había recibido una llamada de Moncloa para darme instrucciones sobre la desactivación del escándalo". Pues, Gistau, hijo, qué esperabas, para hacer llamadas a la sensatez no pagan tertulianos. "Acababa de comenzar otra de esas siniestras jornadas españolas en las que, ante una tragedia, o ante una incertidumbre, ya nada consiste sino en tratar de orientar al pueblo para convencerlo de a quién tiene que odiar". José María Carrascal confirma los temores de Gistau. "Una vez más un virus tan letal como el ébola tiene infectados a los medios de comunicación españoles y a cuantos trabajamos en ellos". Menos mal, dice Carrascal, que "el gran público empieza a estar vacunado contra ello y nos toma con recelo". Eso tranquiliza mogollón, Carrascal, sobre todo después de leer en ABC: "Así se infectó la auxiliar. Teresa pudo estar sin vigilancia en el momento de quitarse el traje de protección", "la hipótesis que algunas fuentes sanitarias barajan como más probable es que Teresa podría haberse tocado la cara al quitarse el traje". ¿Qué fuentes son esas? Y si no había nadie cuando se quitó el traje, ¿cómo saben que se tocó la cara? Y si no saben si se tocó o no se tocó, y puede que sí, puede que no, y si tal vez pudiera haber sido ¿por qué titula ABC con rotundidad en portada que "No se se siguió el protocolo a rajatabla". Tienes razón, Carrascal, menos mal que el público ya no se cree nada.