Tal y como explica El Mundo la Oficina de Buenas Prácticas de UPyD ha expedientado al portavoz en el Parlamento Europeo, Francisco Sosa Wagner, al eurodiputado Fernando Maura, al número dos, Carlos Martínez Gorriarán, y a la diputada Irene Lozano, los cuatro dirigentes que en agosto se enzarzaron en una cadena de descalificaciones.
Como explicaron fuentes de la dirección a este periódico, la Oficina de Buenas Prácticas ha actuado tras recibir varias denuncias de afiliados que condenan las descalificaciones que se cruzaron en este periódico y en Twitter.
Todo empezó el pasado 19 de agosto, cuando El Mundo publicó un artículo en el que Sosa Wagner reclamaba abrir el diálogo con Ciudadanos para "unir esfuerzos y lograr un acuerdo entre los pequeños partidos constitucionales". Sosa hizo autocrítica, reconoció que los resultados de las europeas no habían sido buenos y denunció que en UPyD hay "prácticas autoritarias".
Lozano le contestó al día siguiente en este diario que era "difícil" que alguien le igualara "en mezquindad". "Quienes no comparten el criterio de la dirección lo pudieron decir hace nueve meses en el congreso de UPyD", le dijo. Por si no fuera poco, Martínez Gorriarán dijo en Twitter que Sosa Wagner "es corrupción política pura. Ha engañado masivamente. Mentiroso 100%". Por último, Fernando Maura también criticó a UPyD de forma más suave en su blog.
Ahora, los cuatro tendrán que declarar ante la Oficina de Buenas Prácticas, que determinará si han cometido alguna falta. Eso sí, su dictamen no es vinculante, porque se trata de un órgano consultivo. Sus conclusiones serán después elevadas al Consejo de Dirección, que es quien tomaría medidas disciplinarias, si las hay.
Según explica El Mundo la notificación realizada a Irene Lozano es mucho más suave que la que han enviado a Sosa Wagner, al que le han avisado que sus "escritos publicados en El Mundo el pasado agosto" podrían ser considerados "un ataque al partido y, supuestamente, considerado como una infracción del artículo 12.3b y d de los Estatutos". Estos artículos tipifican las faltas graves, que pueden ser castigadas con la suspensión de militancia durante dos años o con la inhabilitación. En la carta a Lozano no hace mención a que su artículo pueda ser "un ataque al partido" o una infracción grave.