A la espera de que se cree el grupo de trabajo conjunto al que se comprometieron el pasado martes, la unidad de acción entre UPyD y Ciudadanos se va a visualizar en los próximos días en la única institución donde ambas formaciones comparten representantes: el Parlamento Europeo. El siete de octubre eurodiputados de los dos partidos e intelectuales próximos realizarán un acto conjunto bajo el título "¿Existe discriminación lingüística en Cataluña?". La intervención inaugural correrá a cargo de la eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundua y la que cerrará las ponencias la realizará el representante de Ciudadanos Juan Carlos Girauta. Entre los dos se podrá escuchar al constitucionalista Francesc de Carreras, al politólogo Thomas Jeffrey, al abogado especialista en derechos lingüísticos Severo Bueno, a las lingüistas Mercè Villarubias y Sonia Sierra y a la portavoz de la Asamblea por una Escuela Bilingüe Ana Losada. La convocatoria la realiza ALDE, la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa en cuyo grupo parlamentario se integraron UPyD y Ciudadanos tras una fuerte polémica con los otros dos partidos de España que también pertenecen al grupo: CIU y el PNV.
Sin embargo, ese acto de unidad puede quedar empañado por lo que ocurra seis días antes, este próximo martes, cuando el eurodiputado del PP Miguel Arias Cañete se somete al examen de la Eurocámara como aspirante a comisario de Energía y Cambio Climático. Tras la primera reunión de la semana pasada entre delegaciones de los dos partidos, en la que Rosa Díez y Albert Rivera llevaron la voz cantante, el apoyo o no a Cañete fue el principal punto de fricción. UPyD, por boca de su responsable de Regeneración Democrática Andrés Herzog, instó a Ciudadanos a votar en contra del exministro español como prueba de sintonía política. Preguntado minutos después, Albert Rivera dejaba claro que no había acudido a la sede de la formación magenta en Madrid para hablar de esa cuestión, sino de las grandes reformas que necesita España, como la de la Ley Electoral o la Justicia, y de la necesidad de articularlas a través de la unión con los de Rosa Díez. Además, aprovechó para lanzar un dardo envenenado a UPyD, ironizando sobre que no siempre se cumplen las directrices de voto de Díez. Una referencia velada a lo que ocurrió con la votación de Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea; entonces la dirección de UPyD pidió el voto en contra, orden que sólo siguieron dos de sus representantes: Pagazaurtundua y Beatriz Becerra, mientras que Francisco Sosa Wagner y Fernando Maura votaron a favor del nuevo presidente.
Ciudadanos, según ha podido averiguar Libertad Digital , votará a favor de Cañete y esa diferencia la esgrimirán sin duda a beneficio de inventario quienes en UPyD se oponen al pacto. Precisamente un día antes de la votación, el lunes, Rosa Díez va a reunirse en Madrid con Graham Watson, el presidente de ALDE. Rivera aseguró el martes que su intención era crear "la delegación de ALDE en España".
El liderazgo de Rivera, clave
Lo cierto es que muchos en la formación magenta, aun recelosos del acuerdo, admiten que su proyecto podría estar estancado y que el liderazgo y el gancho mediático de Albert Rivera, un político de la misma generación que los Pedro Sánchez, Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Iglesias que ahora emergen -y del Rey Felipe VI- podrían impulsarlo de nuevo. Mientras, Rivera se deja querer y posa sonriente junto a Rosa Díez, pero no olvida los agravios y desplantes a los que hace años le sometió la líder de UPyD, cuando Ciudadanos vivió una crisis que a punto estuvo de costarle su desaparición como partido. Rivera no perdió ocasión de recordar tras la reunión del pasado día 23 que la implantación nacional de Ciudadanos es ya un hecho, como acredita el medio millón de votantes en las europeas de mayo, donde obtuvieron un 5% de los votos en Madrid, dato que extrapolado a las autonómicas y las generales podría otorgarle representación en la capital de España. De hecho, la opinión de que a Ciudadanos, hasta ahora el patito feo del cuento, ya no le conviene pactar con UPyD ha dejado de ser una excentricidad. Pero Rivera es también preso de sus palabras de siempre, repetidas el pasado martes, cuando pidió no hacer "política pequeña" y atender a la demanda ciudadana de un acuerdo entre UPyD y Ciudadanos que dé carta de naturaleza una Tercera Vía reformista en España.