El Gran Wyoming expone sus puntos de vista sobre lo humano y casi lo divino en una entrevista que ocupa la contraportada de El Mundo de este sábado, en la que hace algunas afirmaciones cuando menos sorprendentes.
Por ejemplo, afirma que "a veces, en sueños" es "un poco terrorista" y explica esto porque "el mundo ha sido siempre injusto, pero hoy es una crueldad feroz, una democracia impune" de la que pone como ejemplo que en Valencia se dan clases en 500 barracones "y eso convive con el absurdo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias".
Hablando de absurdos el entrevistador pregunta a Wyoming si hay una falta de coherencia entre su fortuna personal y sus posiciones políticas, lo que este niega: "La fortuna me ha caído trabajando. Yo tengo un sentido de la justicia que otros ricos no tienen. Los ricos creen que lo son por la gracia de Dios. Yo no".
En defensa de Chávez
Uno de los párrafos más llamativos de la entrevista es la cerrada defensa de Hugo Chávez que hace el presentador: "Se ha decidido que el demonio del siglo XX es Chávez", afirma sin explicar quién ha decidido tal cosa. Sin embargo, según él "la ONU dice que ha bajado el número de gente que pasa hambre gracias a Latinoamérica: Brasil, Venezuela… Eso no interesa", dice aportando datos falsos. Incluso critica al partido de Pablo Iglesias: "Los de Podemos han trabajado para Chávez y ahora no pueden hablar de él o reniegan".
No es la única puya a Podemos, también lanza una contra su líder: "Pablo Iglesias tiene el síndrome de Peter Pan" explica en una parte en la que hace psicoanálisis exprés a políticos españoles como Rajoy, "tiene una psicopatía de falta de sentimiento de culpa" o Aguirre, "tiene crueldosis". Sin embargo, excluye de su diagnóstico a Susana Díaz, "tengo que hacerle una analítica, no sé qué tiene" y se ve "totalmente sano" a sí mismo: "Soy un manojo de virtudes".
Una salud mental que no concuerda mucho con su capacidad para el odio, que confiesa dos preguntas después: "Yo odio a mucha gente. El odio es un sentimiento natural. Quien no es capaz de odiar no es capaz de amar" explica para poner después un ejemplo de las personas que sufren su ira: "Odio a muerte a los que están trabajando por la privatización de la sanidad pública".
Sin embargo, no guarda tanto rencor con los responsables de la trama de los ERE: "Que alguien del sindicato tal robe… bueno, es un sujeto. Me preocupa más cuando es una pirámide de quienes nos gobiernan", dice para explicar su diferente actitud ante tramas de corrupción como la Gürtel o las de formación y EREs de la Junta de Andalucía.