El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, defendió este martes la actuación de la Guardia Civil en la frontera de Melilla, justo un día después de la imputación del máximo responsable del Cuerpo en la ciudad por las supuestas devoluciones en caliente, y aseguró que se hace "una aplicación escrupulosa y estricta de la ley".
"Los agentes de la Guardia Civil hacen prevalecer la vida de los inmigrantes, por lo que son rechazados en la valla fronteriza una vez que han bajado de la misma, aunque que se podría actuar cuando están sobre ella, pero se les intenta tratar con la mayor delicadeza posible. Hay un rechazo en frontera, no devoluciones en caliente ", dijo.
El número dos del Ministerio del Interior recordó que tanto la legislación española como las leyes comunitarias y el Tratado de Schengen obligan a las autoridades españolas a "custodiar" y "defender" las fronteras españolas y evitar la entrada ilegal de inmigrantes.
Durante la apertura de un seminario sobre seguridad en la Dirección General de la Guardia Civil, recordó que las vallas de Ceuta y Melilla son la frontera "con mayor desigualdad del mundo" y calificó el trabajo de los agentes que protegen la misma como "muy difícil", tras lo que insistió en la legalidad de su labor pese a la decisión judicial de imputar a un mando del Instituto Armado.
Francisco Martínez Vázquez no descartó que se pueda acometer una modificación en la actual Ley de Extranjería que "en este caso no es muy explícita" (en alusión a las dos ciudades autónomas), pero dijo que ese asunto compete "a todo el Gobierno" y no sólo a la Secretaría de Estado de Seguridad.