PSOE e IU quieren impedir prospecciones petrolíferas autorizadas por Zapatero

El Parlamento de Andalucía aprobó a instancias del PSOE y con el apoyo de Izquierda Unida, pedir a la Junta que exija a Mariano Rajoy impedir las perforaciones para encontrar petróleo por resultar nocivas para el medioambiente marino y también para los intereses turísticos en la isla de Alborán. Pero fue el Gobierno central del socialista José Luis Rodríguez Zapatero quien avaló la Declaración de Impacto Ambiental -DIA- que permitió a la compañía Repsol realizar prospecciones en el mar de Alborán en busca de hidrocarburos, según el documento consultado por Noticias de Almería.

Se ha sabido porque un informe de la compañía Repsol refiere que el permiso contenido en la Declaración de Impacto Ambiental para las prospercciones en la isla de Alborán (Almería) se recibió en junio de 2011, bajo el gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero. Se daba permiso, pues, para la realización del sondeo exploratorio Siroco A-1, que son los del mar de Alborán. Por motivos de protección medioambiental se estableció el período febrero-abril para la perforación del sondeo que estaba previsto para 2013. El segundo período exploratorio en que se encuentra el área se extendió en el año 2011 hasta agosto de 2013.

Repsol obtuvo los permisos Siroco A-D en el Mar de Alborán en 2004 Posteriormente adquirieron la sísmica 3D, realizado un estudio de fondos marinos y diversos estudios geofísicos y geológicos para determinar la presencia de gas en esta área de estudio, así como la ubicación del sondeo exploratorio. Finalmente, el 12 de junio de 2011, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera Rodríguez, dio luz verde a la Declaración de Impacto Medioambiental y envió el documento a Ecologistas en Acción Andalucía, Greenpeace y WWF/ADENA.

El socialista Miguel Sebastián, entonces Ministro de Industria, sostuvo en junio de 2011 que las prospecciones no dañan el medio ambiente, que son investigación y no barcos que generen contaminación alguna, y añadió que técnicamente no había razones que desaconsejaran la realización de actividades de investigación de yacimientos de hidrocarburos, siempre que se realicen de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente.

PSOE e IU, contra las prospecciones

Según el parlamentario socialista andaluz José Bernal las prospecciones son "taladrar nuestro litoral" y el paso previo a las extracciones. Nada le ha importado que la posibilidad de derrame de fuel -que no de petróleo u otros posibles hidrocarburos que se encontraran, puesto que sólo se trata de una prospección- es de una entre 14.500, y de esa posibilidad, sólo en el 9% de los casos podría llegar a la costa.

El gobierno socialista de Zapatero contemplaba precisamente medidas para evitar esas fugas y actuar en caso de que se produjeran así como acciones para minimizar el impacto ambiental que pudiera tener en la florifauna marina e incluso en la actividad pesquera que va desde el cabo de Vera hasta Málaga y el Estrecho de Gibraltar.

Hasta ahora se han producido 267 sondeos de este tipo en el mar a los que no se les exigió una previa declaración de impacto ambiental, cosa que ahora se exige con la nueva ley del Partido Popular contra la que han votado PSOE e IU en Andalucía.

Por poner unos ejemplos, téngase en cuenta que Noruega, un destino de primer nivel en cruceros, primer productor europeo de gas y uno de los principales países pesqueros del mundo, tiene centenares de plataformas en sus costas. Otro ejemplo es el de Italia, quinto destino turístico mundial, que cuenta con más de 100 plataformas en unas costas tan turísticas como son las de Sicilia y el Adriático. Incluso Portugal ha concedido permisos de exploración en su costa más turística, que es el Algarve. En California, un Estado norteamericano que goza de uno de los niveles de vida más elevados de Estados Unidos y sede de grandes eventos sociales y deportivos de categoría mundial, hay decenas de plataformas incluso a 2 o 3 kilómetros de la costa en localidades tan turísticas como Santa Bárbara o Newport Beach, que es un destino consolidado de sol y playa en el que conviven hoteles de cinco estrellas con vistas a plataformas de producción en el mar.