Un despacho de 400 metros cuadrados en el Paseo de Gracia, dos ayudantes, coche oficial y chófer y una atribución – en concepto de jubilación- que asciende al sueldo de un presidente del Gobierno... Estas son algunas de las prebendas de las que disfruta Jordi Pujol, según aseguraba Vozpopuli, y es que así quedó establecido en el Estatuto de los expresidentes de la Generalidad, una legislación que el propio Pujol aprobó poco antes de abandonar la presidencia de esta comunidad.
No obstante, otros medios aseguran que el sueldo ya no lo percibe. No ocurre lo mismo con el despacho. Ha pasado más de un mes desde que Artur Mas contestara que "una oficina no se cierra en 48 horas" y ésta sigue ahí. Cabe recordar que los gastos inmobiliarios de este privilegiado despacho suponen un gasto de 190.000 euros anuales para la Generalidad, según señalan varios medios.
Las pertenencias del 'molt honorable' siguen ahí. Desde la Generalidad explican que el despacho está cerrado a cal y canto por vacaciones desde antes de ese 29 de julio. Y el hecho de que el alquiler salga de una partida presupuestaria aprobada por el Parlamento catalán hace algo más compleja la decisión de dejar de pagar el arrendamiento. Aún falta que el gobierno catalán ponga fecha exacta para que la mudanza sea definitiva.