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No va Mas: comienza la cuenta atrás

Septiembre decisivo: el apretado comienzo de curso combina la agenda judicial del caso Pujol con la Diada y la convocatoria del referéndum.

El curso político arranca con todos los focos sobre el "proceso" catalán. "Es tiempo de decisiones" proclamó Francesc Homs, el consejero de Presidencia y portavoz del gobierno de Artur Mas. Decisiones que, en teoría, se concretarán en la aprobación de la ley de consultas, la convocatoria del referéndum separatista y el bloqueo por parte del Tribunal Constitucional. El Gobierno de Mariano Rajoy presentará un doble recurso, contra la ley y contra el decreto de convocatoria de la consulta, lo que debería bastar, en principio, para suspender la votación prevista por el frente separatista catalán para el 9 de noviembre.

Artur Mas sigue empeñado en proclamar que habrá 9-N. Está solo, sin Pujol a sus espaldas, y dispuesto a abrasarse en el cumplimiento de sus promesas. Todo es muy gestual y dramático, desde la celebración del Tricentenario de la caída de Barcelona en manos borbónicas, hasta los actos programados por Mas en persona para la Diada. El president se cree llamado a una misión especial y el escándalo de la confesión de Pujol le ha reafirmado en la necesidad de apurar al máximo el chantaje al resto de España. Considera que así evita el "efecto Andorra" en la credibilidad del catalanismo. Para Mas, ha llegado la hora de la verdad, el último asalto, los días en que se sabrá si agota la legislatura, se quema a lo bonzo o se disuelve ante el Tribunal Constitucional.

Día 2. Montoro en el Congreso

Septiembre arrancará con la comparecencia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados para abordar, entre otros expedientes, las actuaciones de la Agencia Tributaria en el caso Pujol-Ferrusola, una carpeta con múltiples derivadas. Será el próximo martes 2 de septiembre y el grupo parlamentario de CiU ya ha exigido que no se exhiban datos financieros de la familia. El temor a nuevas revelaciones mantiene bloqueada a la "federación" nacionalista, así como a la expectativa al amplio equipo de letrados que asesoran a los Pujol.

Ese mismo día 2 era el que se había señalado también en el parlamento autonómico catalán para que Jordi Pujol i Soley diese explicaciones a "sus" diputados sobre "La Confessió", el comunicado en el que el expresidente de la Generalidad reconocía no haber regularizado ante el fisco entre cuatro y cinco millones de euros depositados en bancos andorranos y que provendrían, supuestamente, de una herencia que Florenci Pujol, padre del expresident, habría dejado a Marta Ferrusola y a sus hijos.

Si el comunicado del Pujol fue el de "la fiesta de fin de curso" antes de las vacaciones estivales, una comparecencia del mito caído del catalanismo debía abrir el nuevo curso. Pujol estaba dispuesto. En el comunicado decía que daría toda clase de explicaciones, tanto ante la Justicia como ante la Agencia Tributaria. "Y en el Parlament también", añadieron los principales dirigentes de CDC.

Ahora Pujol no quiere saber nada de ir al Parlamento y está a la espera de ver qué pasa con la citación judicial de su hijo mayor y su exesposa, que deben declarar en calidad de imputados ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, el próximo día 15. Pero antes, el calendario tiene muchas fechas marcadas.

Día 3. Reunión Mas/Pedro Sánchez

El nuevo líder del PSOE será recibido por Mas en el Palacio de la Generalidad. En el orden del día de ese encuentro consta una oferta por parte de Pedro Sánchez: el apoyo del PSC en el parlamento catalán para que CiU pueda desembarazarse de ERC, eludir la celebración prometida del referéndum y llegar hasta el final de la legisaltura, en noviembre de 2016, una vez pasadas las elecciones generales. El trato es cambiar la consulta por una reforma constitucional "entre todos".

Día 6. CDC nombrará a Josep Rull

El sábado de la primera semana, el 6 de septiembre, Convergència eliminará el pujolismo orgánico y nombrará a Josep Rull número dos del partido en sustitución de Oriol Pujol. Será en un "consejo nacional" de la formación. Es un mero trámite, pero el partido de los Pujol pretende soltar lastre y presentarse al debate de política general en el parlamento autonómico sin cadáveres políticos en el armario.

Día 10. Comienzan los actos de la Diada

A pesar de que el soberanismo ha protagonizado no pocos fiascos en sus convocatorias del verano para preparar la última Diada en España, todo está dispuesto para una exhibición de músculo independentista. Artur Mas ha cambiado de arriba a abajo el "formato" institucional de los actos del 11 de septiembre, de modo que el grueso se celebrará la víspera, el miércoles, para dar mayor protagonismo a la manifestación de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Por primera vez en la historia, un presidente de la Generalidad celebrará un acto en el "Fossar de las Moreres", una plaza en cuyo subsuelo yacen los restos de los defensores de la Barcelona de 1714. El lugar, una pequeña plaza al lado de la basílica de Santa María del Mar, es un "santuario" radical en el que se han quemado banderas de España, retratos del Rey y dado vivas a ETA.

Día 11. El examen "final" de la Asamblea Catalana

Una sensación de inquietud recorre la espina dorsal del brazo "cívíco" del independentismo. Las bases parecen desmotivadas, desmovilizadas y decepcionadas. En el seno de la organización existen fuertes discrepancias, pero no con las líneas de actuación que debe seguir (declaración unilateral, asalto de instalaciones del Estado, creación de un ejército catalán, etcétera, etcétera) sino con el protagonismo de Carme Forcadell y las actitudes despóticas de su entorno. Hay dudas sobre el éxito de la manifestación, pero se confía en el apoyo institucional para afrontar con éxito el reto de superar la Diada del año pasado. En 2013, la cifra oficial de participantes fue de un millón y medio. Un estudio realizado por Sociedad Civil Catalana, la organización contraria al separatismo, rebajó la cifra hasta los ochocientos mil participantes.

La ANC pretende llenar la Gran Vía y la Diagonal y ejecutar una "V" humana en señal del triunfo del separatismo. Y Artur Mas necesita una gran exhibición en las calles bien para mantener su rumbo de colisión con el Estado, bien para negociar en mejores condiciones la lista de peticiones que entregó a Rajoy en La Moncloa, en julio pasado.

Diada alternativa

Ese mismo día, pero en Tarragona, se celebrará por primera vez una Diada alternativa, que pretende ser integradora y en el que se rendirá homenaje a la bandera de las cuatro barras desterrada por la "estelada". La irrupción de Sociedad Civil Catalana (organizadora de este otro 11-S) en el panorama político catalán ha desmontado la tesis de que el soberanismo es casi absoluto en la sociedad catalana. En esta Diada participarán los principales líderes del PP y Ciutadans, y algunos del PSC, como Carme Chacón. El PSC ha dado "permiso" a sus militantes para asistir a una u otra Diada y es de suponer que habrá dirigentes socialistas tanto en la "V" de Barcelona como en la menos pretenciosa manifestación convocada por SCC.

Día 15. Jordi Pujol Ferrusola, ante el juez Ruz

En pleno fragor de los ecos de la Diada, Jordi Pujol Ferrusola y su exesposa, Mercè Gironés, deberán declarar ante el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional.

Días 15, 16 y 17. Debate en el 'Parlament'

Ese mismo día comenzará en el Parlament el denominado "Debate de política general", previsto del 15 al 17. No se esperan grandes novedades. La política catalana es una foto fija en el referéndun del 9-N y pase lo que pase cuatro días antes, la Diada habrá sido un clamor por el "derecho a decidir". ERC podría poner en dificultades a Artur Mas por el caso Pujol, pero no es previsible porque la ley de consultas aún no se habrá aprobado.

Día 18. Referéndum en Escocia

Los partidos independentistas catalanes están pendientes de Escocia, modelo, referente y anhelo. Ese jueves se celebra el referéndum escocés. Los sondeos auguran el triunfo de la continuidad en el Reino Unido.

Día 19. Aprobación de la ley de consultas catalana

Con los resultados del referéndum escocés en la mano, los diputados catalanes abordarán la aprobación de la ley de consultas que habría de permitir, según la retórica separatista, que el referéndum del 9-N sea legal. En teoría, el PSC se sumará al bloque separatista para aprobar esa norma, aunque de manera oficial es contrario al referéndum. Pudiera ser que ese mismo viernes, día 19, Mas "solemnizara" la firma del decreto de convocatoria de la consulta del 9-N. Otra fecha plausible es la del lunes 22.

A partir de ahí, la decisión estará en manos del Tribunal Constitucional. Si se atiene a lo previsible, Mas deberá decidir si frena o apura todas sus opciones, incluida la de celebrar una consulta ilegal que, como poco, le inhabilitaría para el cargo y supondría situar a las instituciones catalanes al margen de la ley.

Las tesis abiertas

La impresión más extendida es que Mas dará el paso de convocar el referéndum pero no se atreverá a celebrarlo. En su defecto, podría plantear unas elecciones autonómicas "plebiscitarias", a celebrar antes de las municipales, en marzo de 2015. También podría ocurrir que aceptase la oferta de Sánchez, el apoyo del grupo del PSC en Cataluña, para agotar la legislatura y tratar, entre tanto, de enderezar el rumbo de su propio partido, encajar el desgaste del caso Pujol y retrasar el ahora previsible acceso de ERC a la Generalidad.

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